Siete fueron los testigos que desfilaron por la Séptima Cámara del Crimen con el objeto de dilucidar cómo sucedieron los hechos del 1 de setiembre de 2008 cuando un policía fue asesinado y su compañera herida.
Siete fueron los testigos que desfilaron por la Séptima Cámara del Crimen con el objeto de dilucidar cómo sucedieron los hechos del 1 de setiembre de 2008 cuando un policía fue asesinado y su compañera herida.
Durante esta jornada, se escuchó la declaración de Rubén Navarro, el portavalores que viajaba en el camión de caudales junto a los policías, Natalia Cortez y Eduardo Correa.
Navarro relató detalladamente cómo se desencadenaron los hechos y afirmó que estaban alertados sobre la posibilidad de que ocurriera un robo ese día.
Desde el banco se recibió la información de que podía ocurrir el asalto dijo el portavalores, aunque en ese momento no recibió más detalles ni se reforzaron las medidas de seguridad.
De acuerdo a su declaración, vi a Correa forcejeando con un hombre, y esa persona tenía chaleco antibalas. Si bien en ese momento no sabía de quien se trataba, Infantería le mostró algunas fotografías que permitieron que Navarro señalara a quien considera, uno de los responsables del trágico hecho en la Universidad Maza.
Por la foto reconocí a Mario Díaz, dijo el testigo. Díaz es una cara conocida por los investigadores y si bien estuvo vinculado en la causa, luego fue puesto en libertad por falta de pruebas. El hombre, que cuenta con un importante prontuario, también estaba sospechado por el atraco al banco Regional de la calle San Martín y San Lorenzo ocurrido en mayo del 2008, aunque al igual que con el último caso, recuperó la libertad.
Fácilmente había entre 8 y 10 personas disparando dijo el hombre, quien también confirmó que los ladrones no lograron llevarse el dinero del blindado.
Otros testigos
Quien prestaba servicios de vigilancia en la Universidad ese día también dio algunas características de los delincuentes.
Eduardo Ruarte señaló que desde el 3 piso de la casa de estudios logró observar a un hombre corpulento, de pelo largo, con barba y sobretodo negro y con un bolso rojo que se tiró de panza a la camioneta Toyota Hilux en la que escaparon.
El hombre también señaló que en la balacera participó una persona con campera beige.
En tanto, el resto de los testimonios de una trabajadora de la Maza, y de los efectivos que llegaron en primer lugar para auxiliar a los policías caídos no arrojaron demasiados datos concretos sobre los responsables.
También declaró la concubina de Nicolás Rosales, uno de los imputados, quien confirmó que el joven se encontraba con ella en el momento del golpe.