Esta mañana presentó su renuncia el ministro de la Suprema Corte, Fernando Romano, el hombre con mayor antigüedad y cuyo suelto trepaba más alto dentro de los Tribunales provinciales.
Romano, de 73 años, decidió presentar su renuncia esta mañana frente al Ejecutivo, quien tendrá ahora la responsabilidad de elegir a su reemplazante. Si bien el magistrado podía jubilarse desde 2004, cuando cumplió los 65 años, decidió hacerlo el mismo año que la ANSES anunció su intención de poner un tope a las jubilaciones con privilegios.
El juez, que dejará su cargo el 1 de agosto, era el miembro de la Suprema Corte más antiguo, razón por la cual, su salario mensual ascenderá a unos $48 mil.
Romano ingresó a los Tribunales en 1955, cuando tenía 16 años y se desempeñó por más de 57 años.
Ahora, Romano percibirá cerca de los $45 mil una vez que deje su silla como juez, gracias a la jubilación del 82% móvil.
El sucesor
Tal como ocurrió con Mario Adaro, quien fue postulado por el entonces gobernador Celso Jaque, será ahora Francisco Pérez quien designe al candidato que ocupe el cargo de Romano.
La decisión de Pérez será sometida a una decisión secreta del Senado.