El tiempo en Mendoza se puede medir en Fiestas de la Vendimia. Ese hecho sociocultural y artístico que se repite anualmente y que se sostiene en la "tradición". Una celebración histórica cargada de marcas, figuras y situaciones reconocibles para cualquier persona que habita este territorio.
A excepción de este año que la pandemia llevó a reconfigurar el festejo en una propuesta audiovisual, cada inicio de marzo las luces del Teatro Griego Frank Romero Day se encienden por única vez en el año para llevar adelante un espectáculo que busca retratar nuestra identidad. ¿Nuestra identidad?, pero...¿cuál identidad? Cuando en el 2017 durante el ensayo general del espectáculo central se cayó una grúa sobre el escenario, un grupo de actores y actrices generó a partir del accidente la primera versión de la dramaturgia "Gruazo". Una puesta que se anima a reflexionar críticamente sobre ese fenómeno llamado Vendimia.
Lo que se propone la obra -dicen desde el elenco- es tocar esos temas que muchos hablan pero que nadie se anima a plantear seriamente. Ese debate que se esconde debajo de la alfombra. "Es una denuncia y una invitación a la reflexión, pero desde donde nosotros podemos hacerlo que es el escenario", señala el actor Santiago Borremans.
La dramaturgia, que tendrá función este viernes en la Sala Ana Frank, es una creación colectiva donde además de Borremans, cuenta con las actuaciones de Liza Rule y Franco Quagliarella. Desde ahí es que al grupo no le tiembla el pulso para plantear asuntos como "la apuesta por el arte en tanto adorno olvidable e intrascendente y la objetivación de la mujer al punto del delirio", y la precarización laboral por parte del Estado hacia la comunidad artística; entre otras cuestiones que -afirma- necesitan ser vistas para que podamos vernos.
"Hay una dificultad para la reflexión en voz alta y la reflexión seria del fenómeno vendimia. Nosotros consideramos desde Gruazo que no es solamente la Fiesta Nacional de la Vendimia es un evento especifico y particular, sino que es mucho más que eso. Consideramos que es un fenómeno que implica todo un despliegue del Estado y del pueblo en el tiempo y el espacio".
Sobre este análisis amplio del acontecimiento vendimial en cuanto a identidad, el actor toma la posta y reflexiona sobre varios aspectos:
"De alguna manera la Fiesta Nacional de la Vendimia es la confirmación, la ratificación del sostenimiento de la cosificación de la mujer en Mendoza desde hace más de 80 años. Una cosificación avalada y estimulada por el Estado y que se ve que es difícil de pensar. Eso por un lado, la violencia simbólica, y también la violencia económica que se ejerce sobre las y los trabajadores estéticos (artistas). Y como para arrancar por lo menos grave porque, ¿cuándo vamos a tener una charla en serio sobre los y las trabajadoras golondrinas que levantan la cosecha y que este año los dejaron varados con niños en la terminal por la pandemia sin ningún tipo de acompañamiento o ayuda? En serio, ¿tanta crueldad es posible? Grúas que se desploman , micros de colectivos que llevan bailarines sin frenos, descaro total siempre por parte del Estado culpando a los artistas de desmanes que son responsabilidad de la organización, que es el Estado. El olvido permanente al colectivo de trabajadoras y trabajadores el resto del año. Un 3% de presupuesto para Cultura que se lo chupa Vendimia. Llamarle película a algo que es un triste audiovisual, llamarle anfiteatro aun teatro griego, insistir en que la vendimia es un genero propio. ¿Un género?, por favor, un trauma. Y si nos está representado algo es la herida, la disforia, la incoherencia", dice.
"Entonces un poco el planteo de Gruazo desde sus comienzos ha sido una invitación a pensar y reflexionar sobre lo que estamos haciendo y si nos parece que está bueno hacerlo y qué podemos hacer para mejorarlo".
-¿El tono en el que se desarrolla la obra es el del humor?
-Yo creo que es uno de los tonos en que se desarrolla la obra. Consideramos que la obra sí plantea rasgos humorísticos o procedimientos propios del humor en tanto y cuanto que el humor, como dice Dolina, es poner algo allí donde no va, ¿viste? En ese disloque. El humor como elemento narrativo no como objetivo espectacular. Entonces cuando el humor se pone a favor de una narración tal vez deja de ser tan frutilla del postre o tan vedette de la reacción del espectador. Sí consideramos que hay humor, pero es un humor que puede llegar a costarte caro. El precio de reírte es la conciencia, es la reflexión, es darte cuenta de que por ahí se esta planteando una situación o un tema con cierta complejidad y reconocerlo emocionalmente, pero también decodificarlo intelectualmente. Hay entonces un tono humorístico, pero también un tono reflexivo.
-¿Cuál es la historia que vehiculiza estos tópicos?. ¿Cómo está pensada o estructurada la puesta en ese sentido?
-Eso lo podemos conversar a la luz del teatro comparado. No es que Gruazo quiere ser un fractal, una reproducción en miniatura de la Fiesta Nacional de la Vendimia, pero sí toma elementos propios y característicos de la fiesta. Por ejemplo, la despedida y apertura de la reina saliente, la bendición de los frutos, la figura de la reina, la figura del macho. No tiene una historia lineal pero si te encontrás con una representación clara en la cual el hilo narrativo se sigue con muchísima facilidad y simpleza, todos entendemos todos de lo que estamos hablando. Y eso es un aire localista que tiene el trabajo, como muy situacionista de la época, cuando ocurre la fiesta desde antes de que empiece.
-¿Qué mirada propone la obra respecto al rol de la mujer en el marco de la celebración?
-La mirada que propone es de pensar qué estamos sosteniendo en el marco de la celebración. Estamos sosteniendo la celebración de la mujer objeto, la mujer adorno. Al punto del delirio extremo, el delirio máximo, monarca de la belleza y esto se corona con el descuartizamiento de las mujeres.
A nosotros nos impactó muchísimo que en diciembre del año pasado sucede este crimen horroroso con Florencia en Maipú y a los pocos días, entre 10 o 15 días después todo el mundo fanatizados con ir a ver la "autopercibida" película de vendimia. Y este año no, no se elige reina porque casi nos morimos todos en el 2020, qué importante, pero las chicas siguieron con el cargo regente... No se repensó la figura de la reina nacional de la vendimia y todas las figuras y figurines que la secundan, como el protocolo vendimial, sus deberes reales. ¿Deberes reales? ¿Amanecer en el Sheraton y que duermen en la misma cama?, no sé, me pregunto... Entonces nos plateamos esto, ¿cómo no van a haber estos niveles de mafia tratante, de descuartizar niñas si hace más de 80 años que venimos reforzando que la mujer es un adorno? Estamos siendo funcionales a esa cuestión sígnicamente, y la violencia simbólica es una realidad. Y es una forma de violencia simbólica establecer ese deber ser. Es una forma de violencia simbólica establecer que hay una vendimia para todos y una vendimia oficial hegemónica, es una forma de violencia simbólica que las reinas por ahí no pinta que estén muy embarazadas, que por ahí no pinta que ejerzan sexualidad o no pinta que tengan tal peso o que tengan pene. Salvo en Santa Rosa que hay una reina trans, donde también hay una intendenta mujer.
-Y sobre la precarización laboral, ¿qué es lo que sucede con los artistas de vendimia históricamente?
-Sucede que siempre están precarizados, que el sueldo nunca es proporcional al trabajo, porque es el único espacio de legitimación, entonces se juega mucho en ese sueldo, se juega mucho en ese cargo, se juega mucho en ese contrato, se juega mucho en ese ejercicio laboral entonces la precarización es económica y simbólica. El Estado después se olvida -al igual que el pueblo de Mendoza-, de que hay músicos, bailarines, titiriteros, artistas visuales, escenógrafos. Se olvida, al menos que pongan la Voz Argentina o algún show de esas características y dicen mirá que bien como baila, triunfó en Tinelli, llegó. ¿Y por qué es más importante que un actor que estaba trabajando en la Nave Cultural o en una sala independiente? Hay una dificultad muy grande para ejercer la profesión, siempre mal pagos, siempre precarizados, siempre luchas sindicales muy duras porque hay muchos intereses que se cruzan y uno tiene mas o menos conciencia de ellos. ¿Qué sucede entonces con los artistas en Mendoza y en Vendimia? Que se los entiende como una cosa de adorno. Y la verdad que es un trabajo para el cual se estudia, se capacita, para el cual se perfecciona, es un trabajo donde uno puede estar actualizado o desactualizado, es un trabajo que se investiga teóricamente, que se investiga pragmáticamente, es un trabajo que puede generar un montón de industria muy prospera, nada mas que acá todavía no se enteran.
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FICHA DE LA FUNCIÓN: "GRUAZO"
Lugar: SALA ANA FRANK, calle Maipú 230, cdad de Mza.
Fecha de la función: Viernes 17 de setiembre 21:00 hs.