Declaró la última testigo en el Juicio y el próximo martes comienzan los alegatos
María Soledad Olivera, hija de un matrimonio desaparecido, brindó un conmovedor relato sobre los últimos días de sus padres. Luego de la presentación de las pruebas se dará inicio a los alegatos, paso previo a la sentencia.
Está Guadalupe en casa y dejé el horno prendido fueron las últimas palabras que pronunció Nora Rodríguez Jurado en su barrio. Éstas fueron las palabras que dijo mientras era secuestrada a metros de su casa y que aún resuenan en los oídos de María Soledad, su pequeña hija, quien en el 76 tenía 5 años.
María Soledad Olivera declaró en el Juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en la provincia, y se convirtió en la última testigo en sentarse en el banquillo frente al Tribunal.
Son pocos los recuerdos que quedan de sus padres, pero los que aún mantiene vivos, fueron relatados en los Tribunales Federales.
María Soledad cuenta que durante su estadía en San Juan -el matrimonio con sus cuatro hijas viaja a Mendoza meses antes de la desaparición- mis padres siempre nos llevaban a todos lados con ellos, a la Iglesia, a la facultad a as reuniones.
Si bien no tiene demasiado en claro el viaje realizado a nuestra provincia, la mujer dedujo que supongo que debían pasar a la clandestinidad, por eso vinieron acá.
El caso
Nora y Rafael Olivera fueron secuestrados en nuestra provincia el 12 y 13 de julio de 76 y hasta el momento permanecen desaparecidos.
Ambos eran sociólogos y formaban parte de Montoneros. Padres de cuatro niñas fueron secuestrados en la vía pública y si bien fueron vistos en el D2, sus cuerpos nunca fueron encontrados.
El juicio
En tanto, luego de escucharse a la última testigo de la causa el próximo 2 de agosto comenzarán los alegatos que planean extenderse alrededor de tres semanas para luego dar paso a la sentencia del segundo juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en Mendoza.