La empleada sostiene que no está acreditado que haya sido ella quien ingirió la comida y que la sanción que se le aplicó fue "desproporcionada. Ahora, reclama que la indemnicen.
Una joven inició un juicio contra una empresa de catering de Rosario en la que se desempeñaba porque la echaron por haber comido un trozo de pasta frola.
Según medios locales, la mujer planteó la demanda porque luego de desempeñarse durante casi dos años como camarera, fue despedida con el fundamento de "haber consumido alimentos destinados a la merienda".
Sin embargo, la joven -de 25 años- rechazó la falta que le imputa la empresa por lo que ahora reclama que le paguen el sueldo del mes en el que fue despedida, la indemnización por antigüedad y sustitutiva de preaviso, vacaciones proporcionales y aguinaldo.
La demanda se tramita en el Juzgado Laboral de la cuarta nominación de la mencionada ciudad, a cargo de Ricardo Gragmena.
El abogado de la reclamante, Hugo Páez, contó que la empresa para la que trabajaba su clienta abastece de alimentos a varios efectores de salud y que había una comida que no estaba destinada a ese servicio.
"Era una comida que supuestamente había sobrado. Además, no está constatado con pruebas que la empleada despedida la haya comido. Eso no está acreditado y, sin embargo, utilizan ese argumento para echarla. La carta documento, en la que le anuncian que la despiden, dice por haber consumido alimentos destinados a las prestaciones que ellos hacían", consignó el abogado.
Páez consideró como "desproporcionada" la sanción del despido ante una falta (comer una porción de postre) que sería mínima.
"Si hubiera existido esa falta -que no está probada-, hubiese merecido alguna suspensión o una sanción menor. Es irrazonable la medida".