Entre los diferentes sectores afectados por las políticas del Gobierno nacional y la situación económica se encuentra la pequeña y la mediana empresa. Hace pocos días, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtieron que el consumo no repunta y, como tal, la rentabilidad disminuye a diario. A este escenario, se suma la denuncia reciente que hizo Industriales Pymes Argentinos (IPA) por el cierre de más de 12 mil unidades productivas en el último año.
En definitiva, se trata de un contexto complicado para las pequeñas y medianas empresas del cual la provincia de Mendoza no escapa. Por esa razón, SITIO ANDINO consultó con el presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), Santiago Laugero, sobre la producción más afectada y la situación de los trabajadores.
En principio, el referente resaltó la preocupación que tienen localmente por las tendencias bajas y caídas constantes de sus indicadores. Si bien no están haciendo frente a cierres significativos en la provincia, sí explicó que están ante “un goteo importante”. Aunque en algún momento primó la “esperanza” ante la baja de la inflación, lo cierto es que ahora la lectura es menos optimista: “Hemos pasado a un escenario de baja inflación, pero con recesión”.
La caída del consumo afecta a la producción
La producción y ventas de la pequeña y mediana empresa depende ampliamente del consumo poblacional, capacidad que ha caído notoriamente en los últimos meses. Al respecto, Laugero advirtió que algunos sectores mejoran, mientras otros pierden: “En algunos casos puede ser que haya alguna tendencia a adquirir bienes durables, el sector automóvil o el sector inmobiliario, sobre todo las propiedades de bajo precio y con crédito hipotecario”. Sin embargo, señaló que el consumo “de alimentos, comercio, entretenimiento, gastronomía y turismo viene con bajas muy marcada”.
Entre los sectores económicos más afectados está la actividad vitivinícola, así como “el tomate y el durazno”. Ambos afectados por la baja de consumo, pero también por las complicaciones para la exportación.
Por su parte, resaltó que la importación está siendo un problema para el sector ya que “ha marcado un techo en general para la producción y la industria”.
En este sentido, indicó que la producción de frutos secos y de ajo son dos de las actividades más importantes de la provincia que se ven duramente afectadas por las complicaciones para exportar y por la falta de requisitos para importar. Además, se refirió a la viticultura: “Viene continuando con las tendencias y las penetraciones del mercado en los vinos premium, en donde los márgenes te permiten poder seguir con las líneas de acción sin ir a pérdida, pero en los otros sectores es muy apretado”.
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La caída del consumo y las dificultades para exportar complican la situación de las pymes
“Hay un consenso importante respecto a la necesidad de poder tener un costo argentino más acorde tanto para los precios internos como para tener mejor competitividad externa”, amplió.
Situación del empleo en la pequeña y mediana empresa
En lo que respecta a la situación del empleo en el sector, Santiago Laugero explicó que hay un retroceso y desmejora: “Hemos notado reducciones de jornada laboral, vacaciones anticipadas, pago de aguinaldos en cuotas”.
También explicó que cada vez hay menos horas extras, cuando tiempo atrás era una necesidad habitual debido “al nivel de movimiento o necesidad de atención”.
En cuanto a la desocupación, señaló que la última medición reconoció más puntos en la desocupación, “dato que desde la pandemia no teníamos”. “Veníamos de una desocupación bastante baja, la preocupación nuestra es que tenga continuidad y que la próxima medición esté en los dos dígitos”, completó.