Con el sello de talento con el que aborda todas sus composiciones actorales, Érica Rivas llega a Mendoza con un hipnótico unipersonal, Matate, amor, adaptación teatral de la novela de la dramaturga argentina radicada en Francia Ariana Harwicz y donde ambas trabajaron con otra creadora franco-argentina, Marilú Marini.
Rivas interpreta a una mujer que acaba de ser madre y está totalmente consternada con la situación. La idealización de la familia y su vida en el contexto donde se encuentra, que atraviesa como un infierno y lo expresa sin tapujos, y deja fluir su conciencia intercalando pensamientos, fantasías, realidades, recuerdos, con enorme crudeza. Matate, amor se podrá ver este sábado 11, desde las 21, en el Teatro Independencia. Las entradas ya están disponibles en entradaweb.com.ar o, en la boletería del teatro.
Matate, amor es ese personaje, esa mujer herida de la que dicen que su femineidad está alterada en su manera de amar, de desear, de romperse el cuerpo, de arrojarse sucia, de tomar un fusil, de no tener piedad con nadie, sobre todo con ella misma. La actriz tiene una presencia escénica de plomo, se mueve en ese ámbito aprovechando sus posibilidades, entrando y saliendo del personaje para preguntar o señalar algo, muy breve, al técnico o al apuntador. Su cuerpo, su voz, parecen estar poseídos por una fuerza salvaje, escupiendo lo que pasa por su cabeza.
En el unipersonal, Rivas propone un personaje lleno de intensidad, pasa de la ferocidad a la ironía con fluidez, sosteniendo un monólogo que pulveriza las ideas de familia y maternidad cercanas a la felicidad y la entrega. En su mundo se cuelan un marido con el que no comparte nada que la entusiasme, un hijo que no para de llorar, celebraciones familiares y encuentros con vecinos que la aburren soberanamente, le resultan imposturas. Y entre todo esto, sus fantasías, sus ensoñaciones.
La charla
Para hablar sobre esta obra, Érica Rivas habló en el programa El Buen Salvaje, que se emite de lunes a viernes de 13 a 15 y de 20 a 21 por Radio Andina 90.1. Acá está esa charla: