El Espacio Contemporáneo de Arte (ECA) -9 de Julio y Gutiérrez de Ciudad- presenta cuatro muestras que proponen repensar los vínculos humanos, las corporalidades y la construcción de realidades diversas, tamizadas por la expansión de técnicas, soportes, medios y formatos de las artes visuales como medio de expresión. Las mismas podrán visitarse hasta el 2 de julio. La entrada es libre y gratuita.
Las exposición está integrada por Un monoambiente que mira al este, de Libertad Aranguez; Salón travieso, muestra colectiva de las artistas Andrea Pasut, Lila Llunez, Olivo Andía, Diana Teira, Mabel Kogan, Feda Baeza y Alex Astorga;Desarmada amor, de Amira Yurie, y Flor nocturna, de Jorgela Argañarás.
Salón travieso es una muestra colectiva integrada por Andrea Pasut, Lila Llunez, Olivo Andía , Diana Teira, Mabel Kogan, Feda Baeza, Alex Astorga. Estará ubicada en la Sala N° 2 Palomar.
El texto curatorial Más travas Menos Trabas, de Libertad Aranguez, es una introducción a una propuesta que interpela y revela: “Me di cuenta que era posible construirse a pesar de la mirada ajena. La innumerable cantidad de apodos a nuestro colectivo es símbolo de la invisibilización a la que históricamente hemos sido sometidxs. Salirse de los márgenes desde la transgresión es la revolución, llámenla utópica, que necesitamos para construir un mundo mejor. Ocupar espacios socialmente negados es el desafío de transformar lo establecido, hacerlo un poco más igual y es la motivación para construir salones como este. Tener las herramientas y colectivizarlas es comprender que participar y trabajar es un derecho. Multiplicar nuestras voces es necesario para no ser las primeras, sino las últimas que pasan por las trabas administrativas y burocráticas que son engorrosas”.
Un monoambiente que mira al este, de Libertad Aranguez, estará emplazada en la Sala N° 1 Central. Libertad es una prolífica artista y reciente ganadora del Salón Regional Vendimia de Artes Visuales 2023, uno de los certámenes más importantes de las artes visuales en la región.
En palabras de Ernesto Masramón, sociólogo y amigo personal de la artista, “la invitación que aquí se nos extiende presenta gestos, paisajes y vibraciones que trastocan el universo dicotómico de lo público/privado, evitando discriminar entre mundos de grandes y pequeños eventos: hallamos, de manera singular, un trabajo que se aferra a aquellas fibras íntimas, para crear desde esa interioridad nuevas sensibilidades. Tanto en la materialidad como en el simbolismo de la obra es posible apreciar una poética de la otredad que no se obsesiona con la búsqueda de una identidad fija, sino que más bien se sumerge en un devenir inacabado, inquieto, a veces un poco turbulento, siempre travieso”.
La Flor Nocturna, de Jorgela Argañarás, podrá visitarse en la Sala N° 4 del Subsuelo. Para Lila Siegrist, poeta y curadora, la propuesta de la artista es un “loor a la pintura. Jorgela me abraza y encuentro en este lenguaje la propensión muscular de su pintura. Su trabajo alimenta un repertorio que gravita en la música de los escenarios más íntimos de escaleras que no llegan pero se elevan al son piranésico de la niñez en una casa natal. Demasiado para un solo sujeto. Casi nada para una pintora que en su facies trasluce la generosidad de todas sus palabras roncas que prefieren ser pronunciadas por la bonhomía de la experiencia. La obra de Jorgela calza en un cuadro, se comprime ahí la intensidad de una extensión loca y amorosa. Estos cuadros son el abrazo a su retentiva y a su paisaje”.
Desarmada Amor, de Amira Yurie, podrá recorrer la Sala N° 3 Resurgir. Ella es una artista visual, docente y estudiante de la UNCuyo. Forma parte del proyecto de investigación “Producción artística colaborativa”. Según la artista, su práctica es la única respuesta posible a la presión en el pecho, al nudo en la panza, a la falta de sentido. Dibujo para emprender una búsqueda sobre mí misma, pinto para registrar el paisaje que no se queda quieto, escribo para que alguien responda”.