En el marco de un nuevo aniversario de los fusilamientos de José León Suárez, Cristina Fernández de Kirchner reapareció este lunes en la sede nacional del Partido Justicialista, donde encabezó un acto junto a militantes y dirigentes.
La expresidenta encabezó un acto en el PJ y volvió a cargar contra el Poder Judicial, el Gobierno y los grupos económicos. Sus frases más destacadas.
En el marco de un nuevo aniversario de los fusilamientos de José León Suárez, Cristina Fernández de Kirchner reapareció este lunes en la sede nacional del Partido Justicialista, donde encabezó un acto junto a militantes y dirigentes.
En medio de la expectativa por la definición de la Corte Suprema sobre su condena en la causa Vialidad, la expresidenta advirtió: "Estar presa es un certificado de dignidad", y lanzó duras críticas al gobierno de Javier Milei y a los sectores económicos concentrados.
“Anunciamos la candidatura y se desataron los demonios”, dijo al referirse a la reacción de los “grupos hegemónicos” tras su regreso al centro de la escena política.
Durante su discurso, Cristina trazó un recorrido histórico sobre la persecución al peronismo, desde los fusilamientos de 1956 hasta su situación judicial actual. “La grieta no la inventamos nosotros, la generaron los gorilas”, afirmó, y recordó que también Hipólito Yrigoyen y su abogado fueron encarcelados. “Espero que a mi abogado no lo metan preso”, bromeó.
Rodeada de dirigentes como el gobernador Axel Kicillof, sostuvo que “este modelo tiene fecha de vencimiento”, y que lo que buscan los poderes concentrados es desarticular la organización política del campo popular. “La gente se va a terminar organizando en defensa propia”, vaticinó.
Cristina cuestionó el accionar del oficialismo y de sus aliados judiciales y mediáticos. “No nos van a dejar seguir porque tienen miedo. Este Gobierno cachivache va a fracasar y lo saben. Lo que quieren es que no quede nada”, lanzó.
En un mensaje directo a figuras como Mauricio Macri, Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Milei, apuntó: “Mientras caminen libres los que endeudaron el país dos veces con el FMI, créanme que estar presa es un certificado de dignidad”.
Ante la posibilidad de ser encarcelada, pidió al PJ que priorice la unidad por encima de los nombres. “No importa quién, importa la unidad”, subrayó. Y disparó contra la dirigencia: “Lo único que escucho es ‘qué lugar me toca en las listas’. Déjense de joder”.
Al referirse a la masacre de José León Suárez, se definió como “una fusilada que vive”. Luego, al salir a saludar a la militancia desde la puerta del Instituto Patria, dijo haber abrazado a la nieta y el bisnieto del general Valle, fusilado en 1956: “El jueves se cumplen 69 años. Lo mataron por ser peronista”.
Cristina también cuestionó el relato oficial de orden económico: “Nos dicen que hay superávit fiscal. ¿De dónde? Si no se reparan rutas, no se financia la salud ni la educación. Es como si en tu casa no pagaras la luz ni a la empleada: claro que vas a tener plata”.
Según afirmó, “los empresarios y los medios saben que este modelo es inviable”. Y añadió: “¿Van a mejorar los salarios metiéndome presa? ¿Van a financiar las escuelas, los hospitales? Yo estaré presa, pero la gente va a estar cada día peor”.
La exmandataria cerró su mensaje con un fuerte tono desafiante: “Me gatillaron en la cara porque me quieren presa o muerta. Pero lo que nunca van a poder evitar que vuelva es el pueblo”.
Días atrás, en un acto en Corrientes, ya había ironizado sobre la posibilidad de ser detenida: “¿Por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente? Dale, mirá cómo tiemblo”.
Y volvió a recordar que junio es un mes trágico para el peronismo: los fusilamientos, los bombardeos a Plaza de Mayo. “La historia no se detiene”, concluyó.