Opinión

Parisi, el autopercibido peronista

Por Cristian Pérez Barceló

Omar Parisi se autopercibe peronista gracias al kirchnerismo, y no le importó arriar banderas de su ideología demócrata y liberal, y tampoco tuvo reparos en desandar el camino en que lo introdujo su mejor amigo, para dar pasos en veredas opuestas.

Ante la orfandad de La Cámpora en estas elecciones 2023, que no tenía candidato a gobernador, buscaron a un Parisi que estaba trabajando para Fredi Vila en el ámbito privado; y colocaron como pre candidato a vice al líder del sector, Lucas Ilardo, un histórico y serial despotricador, cuyo ejercicio de la política disruptiva no gusta en la sociedad mendocina. Fórmula que, en definitiva, no sólo no garantiza el éxito, sino que recogerá un escaso porcentaje de votos en los próximos comicios.

Metamorfosis

Cuando en el segundo lustro del nuevo siglo, Omar De Marchi apostó al Congreso de la Nación, elaboró una estrategia que incluía a Parisi como presidente del Concejo Deliberante para, ley de acefalía mediante, ser su reemplazante en el Ejecutivo de Luján.

Luego, una catástrofe con derrumbes de casas incluidas que afectó a Luján y Maipú por igual, llevaron al intendente de este último departamento, Adolfo Bermejo a pedirle ayuda a la Nación, e invitó a Parisi al viaje a Buenos Aires.

Fueron recibidos por el Ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien les aseguró la plata para construir 700 casas.

Desde entonces, la cabeza del ahijado político de Richard Battagión giró de tal manera que ni el renovado apoyo demócrata para hacerlo elegir intendente en 2007, hizo mella en sus ganas de “kirchnerizarse”; hasta el punto de apoyar la candidatura del justicialista Carlos López Puelles en 2011, para sucederlo en la comuna de Luján.

A Parisi le pagaron bien: pasó a ser titular del Instituto Provincial de la Vivienda, cuando el Plan Federal II era un manantial de inauguraciones en todo el país, incluyendo las 700 prometidas por Aníbal para Luján y Maipú.

De eso se jacta hoy: de los números que los fondos nacionales del kirchernismo le permitieron a él exhibirse en variados flamantes barrios. Y allí está el sustento de su promesa de “revolución de las viviendas”, con la que aparece en estos días de campaña.

Parisi o no sabe o no le importa, pero la prolijidad en temas de administración de la cosa pública, lo tiene también con ciertas manchas.

Escándalos como el que se vivió en la Municipalidad a su cargo, cuando el presidente del Concejo Deliberante, Sergio Abraham se quedaba con la plata de medio centenar de contratados, que derivó en condenas judiciales y del tribunal de cuentas, incluyendo a varios funcionarios parisistas, no son la mejor carta de presentación.

"Cosas veredes, Sancho", del mismo partido de centro derecha, el histórico PD, salieron dos dirigentes con rumbos antagónicos. De Marchi al frente liberal con los libertarios, y Parisi al kirchernismo camporista.

¿Podría Parisi cumplir con sus juramentos? Bueno, si el Gobierno nacional no llega a ser de su mismo pensamiento político, quizá se las arregle para llegar a ellos y pedirle ayuda, bajo promesa de reconversión y fidelidad. Pero su pasado de convicciones tan débiles, aparece como una endeble credibilidad. Y ser creíble es la clave en una elección.

Demócrata ayer, kirchnerista hoy… Sin dudas, la autopercepción partidaria de Parisi, pareciera tener el sustento de la de los pseudo mapuches: la pretensión de que, con vestirse y parecer, alcanza para convencer.

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