El reloj marca la 1.23. Hace frío y en el aeropuerto El Plumerillo ya casi no queda gente. Afuera está plagado de efectivos de Policía Federal. También hay policías provinciales y algún que otro curioso que quiere verlo llegar.
El reloj marca la 1.23. Hace frío y en el aeropuerto El Plumerillo ya casi no queda gente. Afuera está plagado de efectivos de Policía Federal. También hay policías provinciales y algún que otro curioso que quiere verlo llegar.
No es una estrella del espectáculo, ni mucho menos. Es una persona que está acusada de 34 casos de privación ilegítima de la libertad con desaparición de personas, entre otros tantos hechos delictivos.
Es Otilio Roque Romano, quien durante un año logró evadir a la Justicia, pero que ahora, será juzgado por más de cientos de delitos, y por cuyos hechos arriesga una condena a prisión perpetua.
El ex camarista llegó a nuestra provincia a las 23.50 en el vuelo 1299 de Aerolíneas Argentinas. Esposado, con chaleco antibalas y custodiado por agentes de la Interpol, caminó desde el interior del aeropuerto hacia el Peugeot 307 blanco que lo esperaba en la puerta.
El vehículo estaba en marcha, y rodeado por al menos otros cuatro rodados. El próximo destino era Tribunales Federales. Y así fue. Arrancó lento y así pasó entre cientos de flashes. Romano sólo atinó a sonreír, una y otra vez.
La comitiva partió rodeado de sirenas y de autos de prensa que querían fotografiar al represor. Minutos después, el Peugeot pisó calle Pedro Molina, para luego introducirse en el interior de los Tribunales.
Allí habían al menos 50 personas, con banderas y, sobretodo, con ganas de decir lo que durante años no pudieron. "Genocida, 30 mil compañeros presentes", atinó a gritar una joven, con la voz entrecortada.
Romano salió del auto y caminó entre corridas de policías y fotógrafos. Lejos de inmutarse, miró a la gente y levantó los brazos mostrando las esposas. Luego, fue introducido al edificio, donde, por ahora, quedará detenido.
Afuera quedaron decenas de personas allegadas a organismos de Derechos Humanos, quienes aprovecharon la ocasión para repudiar al ex magistrado.
Ahora la palabra la tendrá la Justicia local. Romano será juzgado por 34 delitos de privación ilegítima de la libertad con desaparición de personas, otros 26 casos de privación ilegítima, 36 hechos de tortura, allanamiento ilegal y denegación de justicia.
La fiscalía a cargo de Dante Vega solicitó en las últimas horas su prisión preventiva, por lo que, dependiendo de la decisión del juez, próximamente podría ser alojado en una celda del penal de San Felipe, donde esperaría el juicio en su contra.
En ese sentido, los investigadores y organismos de Derechos Humanos esperan que el represor pueda ser juzgado el 11 de noviembre, donde ya está pactado un juicio de delitos de lesa humanidad con casi 40 imputados.
Tras ser destituido en noviembre del 2011, Romano se fugó a Chile en setiembre del 2012, con la intención de pedir asilo político.
Allí permaneció hasta ahora, luego de que el miércoles pasado la Justicia chilena ordenara su extradición para que sea juzgado en nuestra provincia por los delitos que se lo acusa.