Los cuatro imputados por la muerte de Marcela Sánchez, la nena de 13 años que se ahogó en una pileta de la Uncuyo fueron encontrados culpables y condenados a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación.
Los cuatro imputados por la muerte de Marcela Sánchez, la nena de 13 años que se ahogó en una pileta de la Uncuyo fueron encontrados culpables y condenados a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación.
Pasado el mediodía el Tribunal Oral Federal Nº 1 presidido por el juez Alejandro Piña consideró que había elementos suficientes por los cuales condenar por homicidio culposo a Roberto Moyano, director de Deportes, Recreación y Turismo de la UNCuyo; Francisco Sergio Illanes, jefe de coordinación administrativa; Cristian Darío Quiroga, concesionario de la pileta y su hermano Marcelo Quiroga, director del Servicios de la UNCuyo.
De esta manera, los jueces no consideraron el pedido de nulidad realizado por la defensa de los imputados, a cargo de Sergio Salinas, Diego Lavado y Roberto Godoy Lemos y dictaron prisión efectiva para todos.
La condena fue un año menor a la solicitada por la fiscal Gloria Andrés y por el abogado de la querella, Pablo Lasati, que solicitaron cinco años de condena y diez de inhabilitación.
A pesar de esto, la familia de la pequeña se mostró conforme con el fallo y sintió que se hizo Justicia.Estoy conforme, es lo que esperaba, dijo su mamá Claudia tras una espera de casi ocho años desde ocurrido el trágico hecho.
Por su parte, Ricardo, el padre de Marcela sostuvo que se ha hecho Justicia estoy conforme. Si bien pensábamos que iban a ser condenados a cinco años, creo que es un fallo satisfactorio.
Los elementos eran contundentes, concluyó el abogado Lasati.
El hecho
Marcela Sánchez murió la tarde del 8 de enero luego de que su pierna quedara atrapada en el agujero de desagote del natatorio que carecía de rejillas.Durante el juicio, que comenzó el 17 de mayo, fueron varios los testigos que declararon en los tribunales federales y dejaron al descubierto las irregularidades del lugar.
Uno de ellos fue e bañero Martín Romero, quien aseguró que días antes de la tragedia le comentaron que no había rejillas.
En la temporada pasada estaban las rejillas, pero un compañero me dijo que ese año -2006- no estaban, sostuvo.