Casi un mes pasó desde que Cristian Coria, alias el Kiti, se presentó en la Justicia luego de que su nombre apareciera en el expediente que investiga el crimen de Ailén Brizuela. Las pruebas eran pocas, pero bastaban para su detención.
Casi un mes pasó desde que Cristian Coria, alias el Kiti, se presentó en la Justicia luego de que su nombre apareciera en el expediente que investiga el crimen de Ailén Brizuela. Las pruebas eran pocas, pero bastaban para su detención.
Un familiar directo de la joven asesinada en el barrio La Favorita lo culpó con nombre y apellido y desde ese entonces, Coria es el único imputado que tiene la causa.
Sin embargo, durante todo este mes no aparecieron más pruebas en su contra y ahora la continuidad de su detención pende de un hilo.
Tal es así, que este miércoles su abogada, Susana Aguilera, presentará el pedido de recupero de la libertad para su defendido.
De esta forma, el fiscal que interviene en la causa, Gonzalo Nazar, tendrá algunos días para responder a ese pedido. Y si este niega el pedido de la letrada, quien deberá decidir el futuro de Coria será un Juzgado de Garantías.
Para Aguilera, las pruebas que hay en contra del Kiti, no son suficientes y basándose en el relato de otros testigos, solicitará que este salga de prisión.
El pedido de la abogada no es descabellado. En este mes, Nazar sumó varias testimoniales y lejos de sumar pruebas en contra de Coria, recibió el relato de algunos testigos que señalaron a otras dos personas como autores del crimen.
Uno de ellos fue un hombre de apellido Cisterna, quien es allegado a la familia Brizuela. El hombre nombró a otro joven, quien era pareja de una hermana de Ailén y que había tenido conflictos con la familia. En ese sentido, el sujeto fue denunciado por abuso y este amenazó a la madre de Brizuela, con matarle a una hija.
Como si esto fuera poco, en las últimas horas, una prima de la chica asesinada nombró a otro individuo, y lo acusó de tener, en el velorio de Ailén, todos los anillos de la chica. El joven, a modo de defensa, aseguró que fue la propia víctima quien se los había regalado.
Entonces, la única prueba en contra del Kiti Coria es que una joven aseguró haber visto a Ailén subirse a la moto del sospechoso. El propio imputado admitió esto, pero aseguró que la llevó hasta la parada de colectivo, tal como se lo había pedido la adolescente.
Ahora, la palabra la tiene el fiscal Nazar.