La Primera Cámara del Crimen condenó a Ricardo Alberto Muñoz, el comerciante acusado de matar a su mujer a golpes, a la pena de 18 años de cárcel, entendiendo que fue autor de un homicidio preterintencional, es decir, que mató a su mujer, aunque el objetivo de los golpes no era provocarle la muerte.
El fallo, ventilado este mediodía en el segundo piso de Tribunales, dio lugar a lo que había requerido la querella, al mando de Fernando Peñazola y Lucas Lecourt, en representación de los familiares de Mirta Beatriz Naranjo (45)
Por su parte, la fiscalía, en manos de Javier Pascua había solicitado 13 años de prisión.
En la sentencia, el tribunal presidido por Víctor Comeglio, entendió que Muñoz fue el autor de los golpes que le propinaron a la víctima, y por los cuales falleció luego de estar internada casi tres menes.
Sin embargo, las pericias demostraron que, presuntamente, el objetivo no era causarle la muerte a la mujer, por lo tanto la pena quedó enmarcada en el delito antes mencionado.
De esta forma, Muñoz fue llevado de inmediato a la cárcel, donde estaba detenido desde el momento del hecho, y en cuyo lugar deberá cumplir la condena.
Mirta Naranjo falleció el 20 de setiembre del 2013, tras ser golpeada salvajemente en una casa de calle Salta al 500 de Ciudad. Allí, el condenado, tenía un negocio El Rey de la Bomba de Agua-.
Se cree que Naranjo fue brutalmente golpeada el 12 de julio, día en el que quedó internada en grave estado. Ocho días después, el hombre fue detenido. Y luego de una larga agonía, la mujer dejó de existir.
Sus hijos fueron claves en la instrucción del caso como así también en el juicio oral. Declararon y dieron detalles del martirio que sufría la mujer, complicando en demasía al hombre, que finalmente fue condenado.