Fuertes disturbios se produjeron esta mañana en Tribunales luego de escuchar la sentencia que condenó al colectivero, Luis Quinteros, a 10 años de prisión por la muerte de Mauro Vega.
Fuertes disturbios se produjeron esta mañana en Tribunales luego de escuchar la sentencia que condenó al colectivero, Luis Quinteros, a 10 años de prisión por la muerte de Mauro Vega.
Si bien fue una condena importante, teniendo en cuenta que el fiscal solicitó 11 años de prisión, los familiares de la víctima no la consideraron suficiente y comenzaron a manifestarse violentamente en el quinto piso de los Tribunales de la provincia.
En principio, amigos y familiares de Mauro intentaron increpar a Quinteros en la misma sala de debate bajo el grito de asesino. Luego, las manifestaciones se prolongaron hasta los pasillos de los tribunales, hasta que uno de los vidrios se rompió en varios pedazos.
Si bien, gracias al fuerte operativo policial que incluyó a casi 20 efectivos entre policías y penitenciarios- no permitieron que haya algún tipo de contacto entre el condenado y los manifestantes, la tensión se extendió por varios minutos.
Tal es así, que la Policía detuvo a uno de los jóvenes que participó en los disturbios, señalándolo como el responsable del quiebre del vidrio. El joven fue trasladado a la comisaría Tercera, seguido de cerca por sus familiares.
En tanto, Quinteros como los únicos dos familiares que lo acompañaron, permanecieron en un rincón de la sala de debates, a la espera de que desalojaran el lugar.
No estoy conforme con la condena, pero estoy tranquila, porque va a ir preso, dijo la madre de Mauro.
Es tan cobarde por Quinteros- que nunca miró a nadie a los ojos, dijo el padre, aún con lágrimas en los ojos.
La condena
El tribunal de la Tercera Cámara del Crimen, presidido por Eduardo Martearena, leyó cerca de las 11.30 la sentencia en la que condenaban a 10 años de prisión a Luis Quinteros por la muerte de Mauro Vega.
Quinteros fue acusado de homicidio simple, y la pena fue muy cercana a la solicitada por la fiscalía, que era de 11 años.
La imputación de la causa fue sorpresiva, teniendo en cuenta que en la mayoría de las muertes ocurridas en accidentes de tránsito, a la persona responsable le cabe la acusación de homicidio culposo, cuya pena es excarcelable.