El sumo profesional, ligado desde hace más de 1.500 años al sintoísmo japonés, prohíbe la participación de mujeres debido a que creyentes de esa religión las consideran impuras o que traen mala suerte. Fotogalería:
El sumo profesional, ligado desde hace más de 1.500 años al sintoísmo japonés, prohíbe la participación de mujeres debido a que creyentes de esa religión las consideran impuras o que traen mala suerte. Fotogalería:
La luchadora de sumo brasileña Diana Dall'Olio compite durante un combate clasificatorio para el Campeonato Sudamericano en Sao Paulo, Brasil, marzo de 2023. (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Las mujeres que practican como aficionadas quieren difundir esta forma de "lucha dinámica, estratégica, rápida y emocionante", originaria de Japón. (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
"Hay un prejuicio. Cuando contaba que practico sumo, había gente que pensaba que tenía que ser gorda. En las artes marciales las mujeres están bajo la lupa, porque los hombres generalmente son los que luchan", dice a la AFP Valéria, de 39 años. (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Valéria demostró rápido su valía en la modalidad aficionada, que tiene campeonatos mundiales femeninos desde 2001, con la esperanza de que algún día se convierta en deporte olímpico. (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Se puso un 'mawashi', como se conoce el cinto que cubre las partes íntimas, por primera vez en 2019 y ahora compite en peso leve -hasta 65 kilos-, la menor de las tres categorías del sumo aficionado femenino junto al medio y pesado (más de 80). (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Por ahora, ya conquistó tres títulos brasileños (2018, 2019, 2021) y el sudamericano de 2021 en peso medio (entre 65 y 73 kilos). (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Diana, su hija de 18 años, nunca tuvo interés en luchar hasta que sintió atracción por la velocidad del sumo, cuyas peleas difícilmente duran más de treinta segundos y en las que con fuerza, estrategia y técnica se puede derrotar a un rival de mayor corpulencia. (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Por eso, para nosotras es una verdadera victoria (poder competir). Somos más batalladoras que los hombres en la lucha, porque ellos a veces no tienen tantas tareas cotidianas", agrega. (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
"Intento compaginar mis múltiples ocupaciones: ama de casa, madre de dos hijos, termino con menos tiempo. (Foto de Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Fuente: Sumo Fotogalerías Clarín
