El primer trimestre de 2025 marcó un duro revés para las pequeña y mediana empresa (pymes) argentinas, que experimentaron una fuerte caída en su actividad económica, según el informe "Radar Pyme" elaborado por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC).
Los datos, recogidos entre 290 empresarios de 16 provincias, evidencian que el impulso del último trimestre de 2024 no logró sostenerse. El informe detalla que la actividad comercial se desplomó un 14,12% en el sector comercio y que las ventas generales cayeron un 5,5% en comparación con el cierre del año anterior.
El informe subraya que casi la mitad (49,1%) de las empresas del sector comercio reconocieron caídas de ventas superiores al 10% en unidades durante el primer trimestre del año. De esta manera, el nivel de ventas cayó del 65% registrado en el cuarto trimestre de 2024 a apenas 50,88% en el primero de 2025, marcando una disminución alarmante en la actividad económica del sector.
Además, se registró una capacidad instalada utilizada de apenas el 55,32% en el comercio, lo que refleja la débil dinámica del mercado interno en el arranque del año.
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Entre las pymes el comercio encabeza los sectores a los cuales les pega más la crisis.
Costos por encima de la inflación
Uno de los factores críticos que atraviesan las pymes es el fuerte aumento de los costos operativos, que en el período enero-marzo 2025 fue del 21,16%, mientras que el aumento de precios promedió el 15,65%. Esta disparidad evidencia que las pymes no logran trasladar completamente los aumentos de costos a precios, lo que termina afectando severamente sus márgenes de ganancia.
En contraste, la inflación oficial medida por el INDEC fue del 8,3% en el mismo período. Es decir, los costos de las pymes crecieron más del doble que la inflación oficial, lo cual deja en evidencia el desequilibrio estructural que enfrentan estas empresas en materia de precios y rentabilidad.
Rentabilidad en rojo
En este contexto de caída de ventas y suba de costos, la rentabilidad empresaria se encuentra comprometida. Solo 4 de cada 10 empresas afirmaron tener una rentabilidad positiva (40,82%), mientras que 2 de cada 10 (22,45%) reconocieron tener rentabilidad negativa. El resto se encuentra en una situación de equilibrio o inestabilidad.
Este panorama refuerza la percepción de que las pymes no son formadoras de precios y que las subas en los valores finales al consumidor no son responsabilidad directa del sector.
Dificultades en la cadena de pagos
El informe también destaca un empeoramiento en la cadena de pagos: el 55,33% de las empresas indicó que los plazos de cobro se extendieron unilateralmente, lo que implica mayores tensiones financieras. A su vez, el 39% de los empresarios reportó un aumento en el incumplimiento de pagos, frente al 29% registrado en el trimestre anterior.
Esta situación genera una creciente fragilidad financiera, obligando a muchas pymes a acudir al endeudamiento o reducir operaciones para poder sostenerse.
Retroceso del empleo y ajuste interno
El inicio del 2025 también trajo señales preocupantes en el plano laboral. Se registró una vuelta a la destrucción neta de empleo, con un 20,96% de empresas que despidieron trabajadores, frente a un 18,56% que realizó contrataciones. Además, un 26,5% redujo las horas extras, una medida típica en contextos de retracción.
Este comportamiento muestra que las pymes, ante la caída de ingresos y el aumento de los costos, ajustan su plantilla laboral como forma de sostenerse a corto plazo, con impacto directo en el empleo formal.
Expectativas negativas para el resto del año
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La visión hacia adelante no es optimista. El informe revela que un 66,7% de los empresarios cree que la economía empeorará en lo que resta del año, mientras que solo un 12,03% mantiene una expectativa positiva.
En cuanto a las proyecciones económicas, las pymes estiman una inflación promedio del 63% para el resto de 2025 y un dólar promedio de 1.355 pesos, lo que revela preocupación por la volatilidad macroeconómica y la falta de previsibilidad para planificar inversiones o decisiones estratégicas.
En resumen, el primer informe Radar Pyme de 2025 muestra un panorama sombrío para el sector, con caída de ventas, aumento de costos, rentabilidad en baja, empleo en retroceso y expectativas negativas.