Los últimos datos delInstituto Nacional de Estadística y Censos(INDEC) revelaron una inflación más baja que la del mes anterior y los datos de la consultora Scentia indicaron una moderada recuperación delconsumo. No obstante, el escenario continúa siendo complejo ya que la ausencia de una mejora sustancial de los ingresos dificulta asumir los gastos que supone la cotidianidad de una familia tipo: alquiler, alimentos, limpieza, transporte, educación, etcétera.
De hecho, es necesario destacar que el consumo acumula 15 meses de caída y recién en abril mostró una leve mejora del 0,1% interanual. De igual manera, el despunte que observa la consultora se da únicamente en los autoservicios (3,1%), ya que los supermercados continúan mostrando resultados negativos (-2,9%).
En definitiva, los supermercados y mayoristas todavía no logran mostrar mejoras. Rubén David –propietario de Mayorista Oscar David– confirmó a SITIO ANDINO esta tendencia: “Estamos entre el 5% y el 8% de caída de consumo de productos masivos”. Esta dificultad es una de las razones que también animan la realización de eventos con ofertas y descuentos, tal como pasa con el Black Week de los mayoristas.
¿Qué pasa con los precios en los supermercados?
La caída del consumo en supermercados no tiene una relación directa con el aumento de precios, sino más bien con una pérdida del poder adquisitivo. De hecho, tal como explicó David, los alimentos –uno de los rubros más sensibles– han tenido incrementos moderados en comparación con otros sectores.
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La inflación baja, pero el consumo no despunta: ¿cuál es la situación en supermercados?
Foto: Yemel Fil
En abril, alimentos y bebidas registraron una suba de 2,9% en línea con la inflación general del mes que fue de 2,8%. Esta tendencia coincide con lo que ocurrió en 2024: “El promedio [de inflación] en alimentos fue del 58% el año pasado y la inflación estuvo por arriba del 100%”. Esto evidencia que el precio de los alimentos no fue el principal impulsor de la inflación, sino otros componentes del gasto familiar.
Es decir, gastos de vivienda o tarifarias son más representativos en el bolsillo de las familias traduciéndose en una baja de consumo en el supermercado. Al respecto, David consideró que “los cuadros tarifarios y los gastos van a tener que retroceder un poquito o se va a tener que compensar con bajas de impuestos, es un poco lo que nosotros esperamos y la industria también”.
A esto se suma que, después de la flexibilización del cepo cambiario, muchos proveedores que habían anticipado aumentos por una posible devaluación finalmente dieron marcha atrás. La única excepción fue en aceites, donde sí hubo ajuste. “La verdad que las listas que han sido aplicadas han sido más de la parte del aceite y sus derivados, pero también hay que decir que desde enero no aumentaban”, explicó el empresario.
En conclusión, los precios en los supermercados vienen a la par –o por detrás si observamos los números del 2024– de la inflación, pero el consumo no despunta. Tal como sintetizó David, “la inflación en Argentina en los últimos años la empujó las tarifas y los ajustes de sumos tarifarios, más que el alimento”.
¿Qué perspectivas hay para los próximos meses?
David consideró que la apertura de las importaciones puede ser un empuje para el sector y así mejorar los niveles de consumo. Explicó que la llegada de productos desde el exterior puede significar una posición más competitiva para los supermercados.
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La inflación baja, pero el consumo no despunta: ¿cuál es la situación en supermercados?
Foto: Yemel Fil
"Hay que poner competitiva la parte empresaria y competitiva la parte impositiva, en las dos cosas va a tener que trabajar el Estado fuertemente para equilibrarlo. Si no, nos va a pasar que mucha gente va a cruzar la cordillera o irá al norte para cruzar la frontera y traer productos porque no somos competitivos", reflexionó.
Mostró coincidencia con la apertura de importaciones e informó que ya comercializan productos importados: "Tenemos productos importados y cada vez se acercan más desde Chile o desde Brasil empresas que nos ofrecen los productos, a mí me duelen el alma realmente porque va a ser muy competitivo con respecto a las fábricas de acá, pero que si yo no las traigo alguien más lo va a hacer".