Ana Haydeé Ravalle es Gladys Ravalle. Nació el 28 de junio de 1942, en San Rafael, a tres cuadras del río Diamante, en una casa de la calle Ballofet. Fue hija de Francisco y Agustina, que eran almaceneros. Los padres eran hijos de sicilianos, que llegaron en los barcos allá, por 1917. Eran muy pero muy pobres. Todos campesinos, pastores, obreros rurales. Por entonces, el gobierno nacional pagaba muy bien a los que trabajaban la tierra y los sicilianos siempre fueron buenos agricultores. Las familias iban apareciendo y así llegaron hasta ahí la de los Ravalle.
En una entrevista contó que “mi mamá me quería poner Gladys Haydeé pero en esas épocas no lo aceptaron en el Registro Civil porque dijeron que eran dos nombres extranjeros. Entonces mi mamá me puso Ana, como mi abuela paterna. Pero ella me llamó toda la vida Gladys. Como actriz me quise cambiar mil veces de nombre y el Cristóbal Arnold se mataba de risa porque me llamé Jazmín, Yamila, Sabrina… Pero nunca pude cambiar el nombre. Es más, cuando salí reina de mi barrio era Gladys I”.
Cuando estaba cursando el sexto grado –en 1955- que era el último grado de la primaria en la escuela Iselín y había obtenido la Medalla de Oro de la escuela, llegó el golpe militar. Sus padres se separaron y mamá se instaló con los chicos en Mendoza, más precisamente en Dorrego, Guaymallén, donde puso un almacén.
En Mendoza, Gladys Ravalle hizo su secundaria en el colegio San Pedro Nolasco. En San Rafael aprendió a bailar folclore y clásica y en Mendoza descubrió el flamenco y la danza contemporánea. Fue maestra normal nacional egresada del Magisterio.
A los 17 años salió electa reina de la Vendimia de Guaymallén. Un día, el “Tío Martínez” –Aníbal Martínez- que trabajaba en LV 10 Radio de Cuyo la llamó y le propuso hacer algo en radio. Y empezó a trabajar en “La pandilla de Blancanieves”. Tenía 19 años.
Después debutó como actriz en una obra vecinal. Bailaba, pintaba, cantaba, tocaba instrumentos, enseñaba y hacía teatro. Estuvo en “Peña folklórica mendocina” por Canal 7 y fue modelo.
Su pareja fue Cristóbal Arnold y tuvieron a Juan Cristóbal Comotti, su único hijo.
Fueron 60 años de actividad artística, con participación y creación de distintos proyectos de teatro. Hizo obras para niños y se destacó siempre en el trabajo de género, representando a dramaturgas del teatro universal. A lo largo de su carrera, también impulsó la creación de 14 salas de teatro y de su propia Escuela de Formación Actoral, donde se desarrollaron diversas camadas de actores.
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Serenata a Gladys Ravalle, señora del teatro de Mendoza.
Fundó el espacio que hizo historia en el teatro de Argentina: el Joven Teatro Goethe. De él salieron muchísimos actores y directores.
Con la puesta “El juego que todos jugamos”, de Alejandro Jodorowsky, hizo alrededor de 1.500 funciones por diferentes escenarios, en una gira de 33 mil kilómetros que abarcó Argentina y el exterior. Además, como representante del teatro cuyano y junto a Ernesto Suárez, inauguró la Fiesta Nacional del Teatro.
Ravalle fue nombrada por el gobierno provincial embajadora cultural de la provincia por su extensa trayectoria (más de 50 años), por su aporte a la cultura mendocina y por haber fundado 14 salas de teatro en Mendoza.
Falleció, a sus 79 años, el 29 de enero de 2022. Su memoria y legado artístico serán indelebles en el tiempo y las futuras generaciones.
Gladys Ravalle
La iniciativa legislativa instaura que todos los días 28 de junio se celebre el “Día de la Actriz Mendocina”; fue aprobada en un primer momento por el Senado, para pasar luego a Diputados donde se le hizo modificaciones en el artículo primero, ya que parte de este articulado se trasladó a los fundamentos de la iniciativa, que dice sobre la actriz Gladys Ravalle:
"Su memoria y legado artístico serán indelebles en el tiempo y las futuras generaciones, dejando una huella enorme en el teatro mendocino y argentino. Por sus enseñanzas, quedará plasmada en todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerla y aprender de la madre del teatro provincial, que permanecerá en la vida de todos aquellos de quien fue su gran maestra”, reza un fragmento del proyecto.
"Hay hombres y mujeres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles" (Bertolt Brecht).