El invierno en Mendoza se hizo sentir con la llegada de la ola polar, y sin bien mejoró la temperatura, el frío continúa. En este contexto, elegir el sistema de calefacción más eficiente y económico se vuelve fundamental, sobre todo para quienes no tienen acceso al gas natural.
Cada alternativa tiene ventajas y desventajas según el tipo de uso, el tamaño del ambiente y el consumo eléctrico. En Mendoza, donde los inviernos son secos y con temperaturas bajo cero, estas diferencias impactan directamente en la factura. Entre las opciones más elegidas se encuentran el aire acondicionado en modo calor, los caloventores y las estufas eléctricas, tanto halógenas como cerámicas o convectoras.
Cuál es la mejor manera de calefaccionar en invierno: aire acondicionado, estufa eléctrica o caloventor
Calefacción: aire acondicionado, una inversión eficiente
El aire acondicionado con bomba de calor, especialmente en su versión inverter, es cada vez más utilizado. Aunque su costo inicial es alto, permite calefaccionar y refrigerar, lo que lo vuelve versátil. Su consumo ronda 1kWh por hora, aunque puede aumentar hasta un 9% por cada grado adicional en el termostato.
En ambientes bien aislados, un equipo clase A de 2.200 calorías puede calentar hasta 60m² sin inconvenientes. Si bien requiere instalación profesional, su eficiencia energética lo convierte en una de las mejores elecciones a largo plazo.
Estufas eléctricas: una opción intermedia
Las estufas eléctricas abarcan modelos halógenos, cerámicos y convectores, con potencias que oscilan entre 800 y 2.000 watts. En ambientes pequeños o medianos, un convector con termostato puede brindar buen confort térmico sin disparar el consumo. Su instalación es simple, aunque el gasto aumenta si se usan muchas horas seguidas.
No todas las estufas eléctricas son iguales: los modelos más potentes consumen como un caloventor, mientras que los de menor potencia pueden tardar en calentar. Requieren precaución si hay niños o mascotas en casa.
Caloventor: sólo para usos puntuales
El caloventor eléctrico es la opción más accesible, pero también la más ineficiente. Su consumo alcanza los 2kWh por hora, lo que lo convierte en una alternativa poco conveniente para uso prolongado. Es útil en situaciones puntuales, como calentar el baño antes de la ducha o aclimatar espacios reducidos por poco tiempo.
Cuanto más corto el uso, mejor, ya que en usos continuos se traduce en un importante aumento en la boleta eléctrica. Su portabilidad es su principal ventaja.
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Cuál es la mejor manera de calefaccionar en invierno: aire acondicionado, estufa eléctrica o caloventor
La clave está en conocer el espacio a calefaccionar, el nivel de aislamiento y el tiempo de uso esperado. También se recomienda aplicar medidas adicionales como sellar puertas y ventanas o usar cortinas gruesas para evitar pérdidas de calor. De este modo, cualquier elección será más eficiente./Infobae.