En las noches frías, nada reconforta tanto como las recetas de la abuela, esas que parecen abrazarnos desde el primer bocado. Entre todas, el guiso de fideos se gana su lugar por ser rendidor, sabroso y versátil. Cada cucharada nos transporta a la cocina familiar, donde los ingredientes se mezclan con recuerdos y calor de hogar.
El sabor de lo simple
El guiso de fideos es uno de esos platos que transforma lo que hay en la heladera en una comida completa. Se puede hacer con carne picada o cuadril, y la base lleva siempre verduras como cebolla, zanahoria, morrón y papa. Todo se cocina lentamente en una olla profunda, con tomates, condimentos y mucho amor.
El pimentón, el comino y una hoja de laurel marcan la diferencia en el aroma y el sabor. Si querés darle más profundidad al plato, podés sumar un chorrito de vino tinto al sofrito. Y como todo guiso, siempre está más rico al día siguiente, cuando los sabores se asientan.
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Recetas de la abuela: el secreto mejor guardado para un guiso de fideos que abriga el alma
Recetas de la abuela para un guiso rendidor
Una buena receta de guiso de fideos puede rendir seis porciones abundantes, ideales para compartir o guardar. La clave está en el orden de cocción: primero se dora la carne, luego se agregan las verduras y, finalmente, los fideos.
- Dorá la carne en aceite hasta que quede bien sellada.
- Sumá las cebollas, zanahorias y morrón.
- Incorporá los tomates cubeteados y el caldo.
- Agregá las papas en cubos y los fideos cuando el guiso esté bien caliente.
- Condimentá con sal, pimienta, pimentón y laurel.
El secreto está en no apurarse: cocinar a fuego bajo y revolver con cuchara de madera para que no se pegue.
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Recetas de la abuela: el secreto mejor guardado para un guiso de fideos que abriga el alma
Alternativas para todos los gustos
Este guiso también se puede adaptar a una versión vegetariana. En lugar de carne, usá lentejas y garbanzos cocidos, que aportan proteína y textura. Además, podés sumar zapallo, apio o lo que tengas en casa. Es un plato perfecto para aprovechar las sobras y cuidar el bolsillo sin resignar sabor.
Otra opción es cambiar los fideos por arroz, o usar mostacholes o moñitos en lugar de los clásicos dedalitos. La idea es que el guiso sea generoso y reconfortante, ideal para esos días de invierno en los que solo queremos algo caliente que nos levante el ánimo./Cocineros argentinos.