Análisis de la causa

Por qué Julieta Silva quedó presa tras un nuevo caso que la involucra en San Rafael

Un repaso judicial de la historia de Julieta Silva, en medio de un San Rafael que se divide entre quienes la apoyan y los que la señalan por homicidio.

Por Cristian Pérez Barceló

Julieta Silva está en la cárcel, y gran parte de la sociedad de San Rafael siente una extraña sensación de justicia. Lo de extraña no es antojadizo porque, en definitiva, entre lo que ha ido decidiendo tribunales sobre esta mujer desde 2017 en adelante, no siempre fue bien recibido, pero sí ajustado a derecho.

La verdad es que Silva ha pasado por la observación de diez jueces, en distintos tribunales que concluyeron, reiteradamente, que no mató a su ex novio Genaro Fortunato en un homicidio típico, sino que fue un accidente. Entre ellos están, nada menos, que los integrantes de la Suprema Corte de Mendoza.

Pero como ahora Silva fue acusada por su actual marido de haberlo golpeado en la cara, automáticamente los detractores de ella sacaron la conclusión de que es una mujer peligrosa que hace rato debió haber estado en la cárcel.

La historia de vida y judicial de Julieta Silva en San Rafael

Ciertamente, este tipo de falacias sociales surge a partir de premisas poco sólidas: a partir de una pericia psiquiátrica que la mostraba como alguien irascible, pero que no fue tomada en cuenta por los jueces del caso Fortunato porque confirmaron que sólo fue un accidente esa muerte, es que igualmente y en forma amañada, algunos la tomaron como antecedente para el caso de violencia intrafamiliar de la que está acusada ahora.

genaro fortunato y julieta silva - 312645
Genaro Fortunato y Julieta Silva, en San Rafael.

Genaro Fortunato y Julieta Silva, en San Rafael.

Sin caer en la reiteración de los fundamentos del tribunal integrado por los jueces Rodolfo Luque, Marían Eugenia Laigle y Julio Bittar, que la condenó sólo por homicidio culposo, lo que fue ratificado por los miembros de la Suprema Corte, José Valerio, Dalmiro Garay y Mario Adaro; lo cierto es que desde que se instruyó la causa por el ex juez Pablo Peñasco, y cuando pasó por una apelación ante el tribunal de los magistrados Jorge Yapur Meca, Néstor Murcia y Alejandro Celeste; queda más que claro que la Justicia de Mendoza en diferentes instancias explicó que Silva no quiso matar a su novio.

Fue así que, tras cumplir en forma total los 3 años y 9 de meses de prisión por el homicidio culposo (sin intención) de Fortunato, gran parte de ese tiempo en su casa porque se computaron los meses que estuvo con domiciliaria en prisión preventiva esperando el juicio, y el resto en la penitenciaría de San Rafael, Silva rehízo su vida y se unió en segundas nupcias con Lucas Adrián Giménez Bernardeau. Fruto de ese amor, tuvieron una nena que cumplirá dos años la próxima semana.

Pero, el matrimonio tuvo idas y vueltas, judicializadas, como pasa en varias parejas, y como había pasado en anteriores relaciones tanto de Julieta como de Lucas. La revelación aquí es que Lucas incluso ya ha denunciado que fue golpeado por la madre de su primera hija.

En efecto, tramita ante los tribunales de la segunda circunscripción una serie de causas, entre ellas una donde el relato de Giménez menciona a su ex, pegándole una cacheta en la cara, simplemente porque él le dijo que no la amaba más.

Ahora, nuevamente Giménez recurre a la Justicia para decir que le han pegado, una mujer, su nueva mujer.

La denuncia de la pareja de Julieta Silva

La denuncia no es de estos días, sino del primer día de este mes, cuando, según relata, llegó a la casa y Silva le habría dicho: “¡Tenés plata para ir al odontólogo y no tenés para pagarle la guardería a la bebé!”. A lo que él sostiene que no respondió de ninguna manera, que mantuvo silencio. “Yo no le dije nada, para no discutir”, dijo Lucas en la comisaría.

Julieta Silva Lucas GIménez

Hay elementos llamativos en la causa, a saber. Por ejemplo. El llamado al 911 fue alrededor de las 13; y la denuncia en la comisaría casi dos horas después. Cuando fueron los policías a ver lo que pasaba con ese matrimonio, dejaron constancia que no apreciaron lesiones en ninguno de los dos; pero ya en comisaría Giménez estaba con lesiones que el cuerpo médico forense revelaría como una “rubicundez en zona temporomalar izquierda, leve tumefaxión en el pómulo izquierdo, y acusa dolor en la zona temporal izquierda”.

Antes de imputarle lesiones leves agravadas por el vínculo, y ordenar la detención domiciliaria de Silva, el fiscal contravencional Fabricio Sidoti, realizó una serie de consultas.

Las denuncias cruzadas

En una de ellas, el perito del Cuerpo Médico Forense, Quaranta, le explicó al magistrado que esas lesiones son de carácter defensivo; prueba de cargo que comenzó a mostrar un indicio claro de Giménez como víctima.

En otra, Fabricio comprobó que el año pasado, en efecto, Giménez había solicitado en el Juzgado de Familias N° 2 de San Rafael, una medida de restricción contra Silva en protección de la hija que él tiene de su anterior pareja; y a favor suyo también, por supuestos episodios violentos dentro de su actual matrimonio.

Al anoticiarse de esa presentación, también Silva se trasladó a la Fiscalía de Violencia de Género de Iván Ábalos, para radicar una denuncia contra su marido; justamente estaba Quaranta en tribunales, y consultado el galeno por el fiscal, no halló lesiones visibles en Silva. Así, esa causa no se archivó, pero tampoco tuvo mayores novedades.

Al tomar conocimiento de este expediente, como antecedente de posibles agresiones recíprocas, con una perspectiva de género, pero sobre todo con un informe de los profesionales que han hecho el seguimiento de los intereses de la menor, hija de este matrimonio, que le marcaron al fiscal Sidoti que era más conveniente dejar a la criatura a cuidado de su mamá, es que el magistrado tomó la decisión de la domiciliara para Silva.

Por qué Silva fue a la cárcel

Pero las cosas para Julieta se complicaron procesalmente el lunes por dos razones. Primero, se verificó en la fiscalía que investiga la denuncia en su contra, que ella mantuvo un breve diálogo telefónico con la primera hija de Giménez, en ocasión en que estos se habían contactado por esa vía, con lo que se la marcó a Silva en desobediencia a una orden judicial de restricción para con esa menor.

A lo que se le agregó que también ese lunes, se presentaron integrantes de la familia de la anterior mujer de Lucas, denunciando amenazas de Silva.

Todo ello, llevó a que Sidoti ordenara el traslado de esta mujer a la cárcel.

Y esta decisión es la que ha generado tanto revuelo como polémica en una sociedad dividida entre quienes aceptaron la decisión de los diferentes tribunales de Mendoza que encontraron a Silva sólo culpable de una muerte accidental de su ex novio Genaro, y quienes no atendiendo las razones probadas en juicio y ratificadas en Casación ante la Corte, mantienen la convicción de que merece la cárcel, aunque sea por haberle pegado puñetazos a un hombre que denunció nuevamente ser víctima de lesiones de una mujer. La anterior pareja de Giménez, no fue ni siquiera imputada por un hecho similar.

Te Puede Interesar