Opinión

La hormiga: la innovación y el cambio

La importancia de la innovación y cómo gestionar el cambio. El escritor Marco Denevi lo explica exitosamente a través del ejemplo de la hormiga.

Por Eduardo Press

Marco Denevi fue un escritor argentino autor de novelas exitosas tanto en Argentina como en el mundo. Básicamente era un cuentista, algunos de sus cuentos fueron adaptados a películas también exitosas.

Compartimos uno de ellos.

Un día las hormigas, pueblo progresista, inventan el vegetal artificial. Es una papilla fría y con sabor a hojalata. Pero al menos las releva de la necesidad de salir fuera de los hormigueros en procura de vegetales naturales.

Así se salvan del fuego, del veneno, de las nubes insecticidas.

Como el número de las hormigas es una cifra que tiende constantemente a crecer, al cabo de un tiempo hay tantas hormigas bajo tierra que es preciso ampliar los hormigueros. Las galerías se expanden, se entrecruzan, terminan por confundirse en un solo Gran Hormiguero bajo la dirección de una sola Gran Hormiga. Por las dudas, las salidas al exterior son tapiadas a cal y canto. Así, se suceden las generaciones.

Como nunca han franqueado los límites del Gran Hormiguero, incurren en el error de lógica de identificarlo con el Gran Universo.

Pero cierta vez una hormiga se extravía por unos corredores en ruinas, distingue una luz lejana, unos destellos, se aproxima y descubre una boca de salida cuya clausura se ha desmoronado.

Con el corazón palpitante, la hormiga sale a la superficie de la tierra. Ve una mañana. Ve un jardín. Ve tallos, hojas, yemas, brotes, pétalos, estambres, rocío. Ve una rosa amarilla. Todos sus instintos despiertan bruscamente. Se abalanza sobre las plantas y empieza a talar, a cortar y a comer. Se da un atracón. Después, relamiéndose, decide volver al Gran Hormiguero con la noticia.

Busca a sus hermanas, trata de explicarles lo que ha visto, grita: “Arriba… luz… jardín… hojas… verde… flores…”

Las demás hormigas no comprenden una sola palabra de aquel lenguaje delirante, creen que la hormiga ha enloquecido y la matan.

Este cuento de Denevi nos introduce en dos campos superpuestos que van de la mano: la innovación y los cambios.

La innovación

En estos últimos años se impuso el concepto de innovación en el ámbito de las empresas impulsado por las modernas .com o vinculadas a las nuevas tecnologías de la información y la inteligencia artificial.

Hoy la innovación es el centro del management.

Seguramente al hablar de innovación pensamos en robots, cohetes, satélites artificiales, “la nube”, algoritmos y surgen nombres como Steve Jobs, Larry Page y Serguéi Brin (Google) y Bill Gates.

Pero ¿Colón, Copérnico, Galileo Galilei, San Martín, Henry Ford, los hermanos Wright acaso no fueron innovadores?

¿Qué hubiera sucedido en el mundo si la vida de estos personajes hubieran tenido la misma suerte que la de la hormiga que traía las novedades?. No lo sabemos. Seguramente algún otro, con otro nombre hubiera hecho cosas parecidas.

Entonces ¿qué es la innovación?

Innovar es pensar distinto, mirar con nuevos ojos, ver más allá la comodidad en la que estamos o aprovechar las oportunidades que se presentan como el caso de la hormiga.

Innovar es animarse a ir a más, a equivocarse, a pedir ayuda, no ocultar los temores ni la ignorancia.

La innovación está en la mente de las personas antes que en la tecnología.

El cambio

Indefectiblemente la innovación significa cambio porque rompe con la situación actual.

¿Qué sucede con los cambios?

Cuando las cosas están mal en una empresa cualquier cambio que mejore un poco va a ser bien recibido. Cuando las cosas están bien y se quiere mejorar puede haber problemas porque hay cosas para perder.

Como en el cuento, sí estaban bien dentro del Gran Hormiguero ¿para qué hacer caso a cosas nuevas que parecían un delirio?. Galileo, por plantear ideas disruptivas, estuvo muy cerca de correr la suerte de la hormiga.

Las hormiga del cuento creía que traía noticias maravillosas, quizás imaginaba que sus compañeras se iban a entusiasmar tanto como ella. La diferencia estuvo en que ella lo vivió y a sus compañeras solo le llega el relato, tal era el entusiasmo por compartir que nunca la entendieron, creyeron que estaba loca y sabemos lo que pasó.

Promover el cambio

Revisemos un poco la metodología de la hormiga. Conoció otro mundo, quiso convencer a todos de sus bondades y fue tomada por loca.

Muchas veces con las propuestas de cambio suceden cosas parecidas. Si la hormiga nos hubiera consultado le habríamos sugerido que se tomara tiempo, que buscara compartir la experiencia con unos pocos de su mayor confianza, que pensara cuál era su objetivo, que hiciera un plan y transformar su idea en un proyecto.

Lamentablemente, de lo que nadie puede tener certeza, es si el resultado no hubiese sido el mismo.

Recomendaciones para gestionar un cambio

  • Saber qué,
  • Saber cómo.
  • Saber cuál es el propósito.
  • Transmitir de forma eficaz el para qué.
  • Saber con quién.
  • Lograr que los otros sientan como propio el cambio que se propone.
  • Pedir los recursos y la ayuda necesaria

Amigo lector: ¿está cómodo en el Gran Hormiguero? ¿Su destino es el de la hormiga o quiere gestionar un cambio y sobrevivir?

*En colaboración con la Lic. Sofía Florín, especialistas en Psicología Organizacional, Emprendedores y Empresas Familiares

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