El documental “El nobel que no dejó de soñar” nos introduce en la vida de Shimon Peres y nos permite reflexionar sobre el liderazgo.
El documental “El nobel que no dejó de soñar” nos introduce en la vida de Shimon Peres y nos permite reflexionar sobre el liderazgo.
Una reunión en el cementerio del monte Herzl en Jerusalem el 30 de septiembre de 2016 fue un evento sin igual casi sin antecedentes en el mundo: incluía presidentes, primeros ministros, reyes y reinas, líderes religiosos y dignatarios internacionales.
Todos habían venido al funeral de Shimon Peres, 9° presidente del Estado de Israel y 3 veces primer ministro. Ganador de un premio nobel de la paz y uno de los estadistas más respetados y queridos del mundo.
El día anterior miles de jóvenes de todas las clases sociales también le rindieron homenaje.
De joven era revoltoso, inquieto y rápidamente se involucró en cuestiones sociales y políticas en tiempo de dominio británico en aquella Palestina. Se mantuvo activo hasta los 90, trabajó no para beneficio personal, sino para beneficiar al país que ayudó a fundar y amó hasta el día de su muerte.
Fue llamado un soñador. Hubo momentos en que era más un critica que un cumplido, pero sus detractores nunca le impidieron seguir soñando
Decía: “La gente dice que soy un soñador es cierto ¿está mal? ¿Quién dijo que la gente que no sueña tiene razón?”.
La forma en que vivió su vida y las decisiones que tomó fueron basadas en la noción de que todo comienza con un sueño. Con sueños, no fantasía. Algunos consideraban su visión utópica, pero nunca quiso que fuese algo solo teórico, para él siempre se trataba de unir la teoría con la práctica.
Fue premio Nobel de la Paz en el año 1994 junto a Yasser Arafat e Isaac Rabin.
El liderazgo
Nos apoyamos en las experiencias de Peres para rescatar y reflexionar aspectos del liderazgo. Podía tener las decepciones y las frustraciones más profundas, nunca se rindió ante nada
Sin lugar a dudas fue un líder mundial, no solo por sus características personales sino porque así fue reconocido a lo largo de distintas generaciones por otros líderes.
Su enfoque era original, era diferente, no era como el de los otros, tenía su propia forma de pensar. Sin importar su edad mantenía su mente joven.
Enseña que el liderazgo debe ser optimista, que hay que pensar en cómo forjar un mejor mañana juntos y para todos.
Solía decir “No tengo paciencia para sentarme a mirar. Quiero participar. No me gusta sentarme en mi silla y esperar años a que llegue algo nuevo. Prefiero correr, moverme, pensar, sorprenderme”
Recomendaciones
Amigo lector: Hoy cerramos la nota con las propias palabras de Peres:
“Creo que mi verdadero talento era soñar, nunca acepté las cosas como son. Tienes que soñar, tienes que imaginar, tienes que arriesgarte y no tener miedo, le digo a los jóvenes que cada uno de ustedes son más ricos y mejores de lo que creen.
Mira dentro de ti, mantén la curiosidad y no te decepciones si no lo logras en 15 días, es un camino largo.
Cuando eres un soñador no debes soñar lo mismo todo el tiempo, logramos un sueño y pasamos a tener sueños nuevos.”
*En colaboración con la Lic. Sofía Florín, especialistas en Psicología Organizacional, Emprendedores y Empresas Familiares.