"Son nuestro Antiguo Testamento", resumió recientemente el escritor alemán Martin Walser sobre la colección de relatos populares publicada por Jacob y Wilhelm Grimm el 20 de diciembre de 1812.
"Son nuestro Antiguo Testamento", resumió recientemente el escritor alemán Martin Walser sobre la colección de relatos populares publicada por Jacob y Wilhelm Grimm el 20 de diciembre de 1812.
Desde esa primera edición, "Los cuentos de hadas de los hermanos Grimm" se tradujeron a más de 170 lenguas y están considerados uno de los libros más difundidos en el mundo y la obra más influyente de la literatura alemana en el exterior junto con la "Biblia" de Lutero.
La primera edición quedó lejos de ser un éxito: la descripción explícita de algunos pasajes escabrosos y los apuntes científicos de los autores "no ayudaban precisamente a conquistar un público amplio", explica la web del aniversario (www.grimm2013.de/en).
El mayor de los Grimm, Jacob, vio cumplido su objetivo de salvar del olvido cuentos de la tradición oral y dejó de lado la obra. Pero Wilhelm supo ver el potencial del libro para el público infantil y dedicó los años siguientes a revestir los textos del estilo romántico que los inmortalizó.
Buen ejemplo de esa transformación es el cuento de Caperucita Roja: la versión de los Grimm elimina los pasajes más violentos y eróticos de la leyenda original, en la que el Lobo invita a la niña a acostarse con él y a comer carne de la abuela asesinada, y añade el final feliz más difundido hoy.
El aburguesamiento de la tradición popular y el hecho de que las versiones de los Grimm terminaran haciendo olvidar los relatos originales siguen siendo hasta hoy las principales críticas a la obra.
La edición de 1857 comenzó a perfilarse ya como "best-seller". De los cerca de 200 cuentos, algunos tienen apenas una decena de líneas y otros varias páginas. La mayoría describe cómo un protagonista virtuoso -casi siempre femenino- se encuentra con el mal y termina venciéndolo. La mitad comienza con el famoso: "Había una vez".