No sólo hay museos de historia o de ciencia: una gran variedad de alimentos tiene su propio templo, sobre todo en los Estados Unidos, donde la comida también parece tener derecho a sus propios adeptos. Estos son los cuatro más extraños.
No sólo hay museos de historia o de ciencia: una gran variedad de alimentos tiene su propio templo, sobre todo en los Estados Unidos, donde la comida también parece tener derecho a sus propios adeptos. Estos son los cuatro más extraños.
Fuente: Minuto Uno