Firma alemana de fertilizantes invierte u$s 4 millones para cultivos orgánicos de Mendoza
En el mapa mundial, Argentina ocupa el segundo lugar del mundo en cultivos y producción orgánica detrás de Australia. Y Mendoza sostiene esa posición, con unas 7 mil hectáreas de vid tratadas sin agroquímicos y en forma sustentable y otra gran superficie frutihortícola con iguales características. Esa radiografía decidió a la multinacional alemana DVA a desembarcar con una línea de nutrientes para ese tipo de cultivos en la provincia, como parte de una millonaria inversión a nivel nacional.
Se trata del lanzamiento comercial en la región, tras una serie de ensayos en viñedos, montes frutales de duraznos y cerezos, además de ajo, cebolla, tomate y nogales realizados desde 2019 por el equipo técnico de Incentia Crop Nutrition, la nave insignia de DVA para el agro (el grupo tiene otras dos divisiones de negocios dedicadas a plásticos para electrodomésticos y automotrices, y los alimentos y salud). Una apuesta que involucró casi u$s 4 millones hasta el 2022, entre posicionamiento de marca y armar la red de distribución.
"Son alrededor de u$s 5 millones y el 75% se concentra en Mendoza, entre testeos de los distintos productos y su posicionamiento comercial, porque está a la vanguardia como el lugar de mayor conversión de agricultura tradicional a orgánica del país. El inicio fue con una primera parcela experimental de viña orgánica certificada en Luján, y la llegada a la provincia es el segundo paso luego de construír una planta de producción en la localidad bonaerense de Pilar", explicó Dardo Lizárraga, gerente general de DVA.
La multinacional germana nació en Hamburgo hace 50 años, y con filiales en 15 países, una facturación superior a los u$s 300 millones anuales y más de 500 empleados, el agro representa un 50% de su volumen de negocios. Aunque el foco está puesto en el creciente nicho de la agricultura orgánica, crece a un ritmo del 15% anual, lo que impulsa una inversión de más de u$s 100 millones en investigación y desarrollo en Argentina.
De ese presupuesto, según Lizárraga, ya se aplicaron alrededor de u$s 45 millones. "El resto se va a completar en los próximos 5 a 7 años, dependiendo de la evolución de los negocios".
El reto del cambio climático y la sequía
En una primera etapa, Incentia, que bajo ese nombre empezó a operar en Málaga (España) en 2018, prevé colocar un portafolio de 11 productos de distintas características en Mendoza, certificados por Senasa.
Su Business Manager, Vanesa Vignera, recurre a una analogía fubolera con la selección argentina cuando habla de "un equipo" integrado por nutrientes de distinto espectro: estimulantes fisiológicos para distintas etapas del ciclo vegetativo (floración/cuaje) y fertilizantes.
Así, un bioestimulante a base de algas es "la estrella", algo así como el Messi del conjunto, que completa el tridente ofensivo con un compuesto fúngico vegetal con con cobre. Y otro obtenido de aminoácidos y materia orgánica líquida (33%/42%).
La experta lideró en los últimos meses 30 testeos en las fincas mendocinas para ver la performance en cada tipo de cultivo de productos de aplicación foliar (sobre las hojas o follaje) y sólidos solubles, sobre 40 realizados en el país. Y asegura que la eficacia está comprobada más allá de los inconvenientes de la producción mendocina, como la crísis hídrica de más de 11 años, con la ventaja del doble uso, dado que pueden utilizarse tanto en un cultivo orgánico como en otro que no lo sea.
Para Vignera "medimos la performance en rendimiento y calidad de los cultivos, más allá de alguna problemática particular, como el cuaje de la uva Malbec. Se busca una solución de problemas, entre los que están el cambio climático, incluída la sequía, y el crecimiento poblacional; la producción bajo estrés es una realidad cotidiana, a lo que se suma la necesidad de bajar la carga química para optimizar resultados con el menor costo posible para el ambiente".
En relación al faltante de agua, la experta aclara que las formulaciones están pensadas "para ser usados con el menor recurso hídrico disponible, tanto para riego por goteo como en aplicaciones foliares".
Alimentos y nutrición, el próximo paso
Si bien la prioridad es consolidar la apuesta de Incentia en Mendoza hacia el resto de Cuyo y algunos puntos de la Patagonia, en DVA ya vislumbran el potencial del mercado local para su división Health&Nutrition, de la alimentación saludable, hoy con base en México. Una era incipiente que tiene en los quelatos solubles en agua (basados en los oligoelementos) su punta de lanza, y ya comenzó con las primeras exportaciones.
"Concretamos algunas ventas de excipientes y recubrimientos para píldoras. Pero recién está gestándose en Argentina, donde definitivamente será el siguiente paso y estimamos que en los próximos 3 a 5 años debería estar desarrollándose a pleno", anticipó Lizarraga respecto a los planes de la compañía, que hoy tiene una participación de mercado de entre 6 y 8% y va por más.