Pablo Sbaraglia es uno de los músicos que integra Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, la banda que acompaña a Indio Solari en sus presentaciones. Desde que Solari anunció que tenía Parkinson, sus presentaciones mermaron pero la banda decidió seguir tocando. Allí, Pablo además de ejecutar teclados y guitarras pone la voz en varias canciones. Y como si eso fuera poco, también codirige artísticamente el combo con Gaspar Benegas.
Desde luego que Pablo -al igual que todos sus compañeros- es una de las figuras de las que se hablará durante mucho tiempo ya que participó del fenomenal concierto vía streaming que se ofreció el sábado. "A Los Pájaros" -tal como fue el nombre del concierto- convocó a más de 90 mil personas que saturaron los servidores de transmisión y por eso, después de tres horas de demora, se tomó la decisión de transferir el concierto por el canal de YouTube, de manera gratuita.
Sobre esto y sobre muchas cosas más el músico habló en el programa El Buen Salvaje, que se emite de lunes a viernes de 20 a 22 por Radio Andina:
-¿Todavía siguen en un estado extraño después de lo que pasó el sábado?
-Sí, porque el sábado mismo no fue una noche interesante para nosotros. Todo lo que ocurrió con respecto al tema del ingreso de la gente al servidor nos afectó mucho. Tuvimos que resolver rápidamente algo que no estaba en nuestros planes. Yo me bajé dos baterías del teléfono... Esa noche terminó para mí a las seis de la mañana, agotado. Pero de inmediato vi las repercusiones y las cosas hermosas que nos decían y las emociones que había provocado que todo el domingo estuve en una nube. Y hoy sigue...
-¿Son conscientes de que ustedes mismos, como Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, crearon esta situación?
-Nosotros no creamos nada. Lo que si hacemos es ponerle mucho cariño y esfuerzo a cada vez que salimos al escenario tanto presencial como por streaming. Siempre hemos tratado de sostener y mantener la tradición que el Indio ha generado con el respeto que su público nos merece e intentando generar una emotividad sabiendo que es complicado por un montón de cosas.
-¿Cómo cuales?
-El Indio no está, la pantalla enfría muchísimo... Por eso te digo que apelamos al esfuerzo y al cariño.
-El esfuerzo se notó a la hora de verlos en acción. Fueron 32 canciones impecables.
-Fue una movida muy grande. Además nos sigue resultando un poco extraño tocar sin gente. Puede ser que apelamos a concentración como método para llevar adelante este concierto. Esta vez no lo hablamos pero en el anterior streaming si lo habíamos conversado y nos pusimos algunas pautas como era el concentrarnos y tocar lo mejor posible, que fuese una ejecución impecable, transmisora, emotiva... y eso parece que salió.
-Sin dudas que eso traspasó la fría pantalla. ¿La elección de Epecuén hizo que el evento tuviera aún más mística?
-Sin dudas. En cada concierto que hemos dado solos siempre lo que hemos hecho es encontrar un eje central, una estructura sobre la cual trabajar. Nosotros nos propusimos hacer algo distinto al anterior streaming y queríamos hacer algo superador a aquello. En principio queríamos que fuese al aire libre y como siempre pensamos en lo conceptual (al show anterior fueron los 15 años de la banda e hicimos un recorrido por el repertorio), en este quisimos hacer algo potente y rockero, parecido a los directos y buscando más la épica. El lugar fue la manera que encontramos de mostrar eso y no tener gente. Teníamos ganas de que visualmente fuera impactante y creo que se logró.
-Imagino que no debe haber sido sencilla toda la logística.
-Para nada. Fue una movida muy importante en un lugar que no tiene luz ni agua. Fue un esfuerzo. Cuando lo teníamos en la cabeza y en los dibujos era una cosa pero cuando pisamos por primera vez Epecuén y vimos el lugar nos dimos cuenta que era lo que teníamos en mente.
-Ayudaron a que mucha gente buscara Epecuén en Google y conociera su historia.. y eso también es importante.
-Claro que sí. Epecuén nos trató maravillosamente. Fue conmovedor que mucha gente del lugar trabajó en el concierto y nadie dijo nada. A todos se les pidió discreción porque mucho de lo que tiene el espectáculo en si mismo es esa propuesta que se le hace a la audiencia, en donde hay euforia, llantos o risas. Y si se adelanta lo que pasó se hubiese perdido esa magia. Fue mucha la gente que trabajó y no escapó ni una sola palabra. Sorprendente.
-Cuando fueron pasando las canciones nos dimos cuenta que habían decidido abrir el juego y meterse en temas olvidados y lejanos. ¿Cómo fue esta tarea de llegar a los 32 temas finales?
-En general la lista de canciones nace de la idea conceptual del concierto que queremos dar. Así aparecieron los temas de un show que queríamos que fuese rockero y con power. De esa tarea nos ocupamos con Gaspar (Benegas) y el orden recae sobre mis hombros. Pensamos canciones para cada uno y consultamos porque no queremos que alguien cante lo que no le gusta. Y también ocurre lo contrario: los chicos proponen canciones y las vamos viendo. Es imposible democratizar el cien por ciento esto porque sería un caos. Entonces, vamos armando pero consultamos.
-¿Lo consultaron con el Indio?
-No específicamente la lista de las canciones. Lo que teníamos en mente -y como algo estructural en este concierto- era estrenar las dos canciones nuevas del Indio. Eso si lo hablamos con él y cuando se lo propusimos se copó y se sumó de manera inmediata. Es más, "Encuentro con un ángel amateur" no tenía la letra todavía y cuando fuimos a grabarlo, terminó la canción especialmente para el concierto. Fue una entrega asombrosa.