Definitivamente el mundo entró en un proceso de cambio irreversible, por más que los dirigentes políticos, sociales, empresariales y hasta gran parte de la sociedad (que aun sueña con volver a la normalidad) no quieran o no puedan darse cuenta.
Definitivamente el mundo entró en un proceso de cambio irreversible, por más que los dirigentes políticos, sociales, empresariales y hasta gran parte de la sociedad (que aun sueña con volver a la normalidad) no quieran o no puedan darse cuenta.
Si algo trajo el COVID -más allá del dolor de las vidas perdidas y los millones de habitantes del mundo que quedaran con secuelas de la enfermedad- es que las costumbres, los consumos, los modos de relacionarse, de hacer negocios y hasta de las necesidades básicas cambiaran para siempre.
En ese contexto los gobernantes del todo el mundo van y vienen con medidas y decisiones para combatir la pandemia, pero no solo en el tema sanitario también en el económico, tratando de estar lo mejor parados posible para un futuro que aún nadie tiene claro cómo será.
El Mundo reparte subsidios, beneficios a ciudadanos, créditos blandos haciendo todo para que la economía sufra lo menos posible. La contracara de eso es un aumento notable de todos los commodities ya sea de alimentos o los necesarios para las nuevas tecnologías y una concentración fuertísima de la riqueza a partir de la pandemia.
Esta semana se realizó el tradicional Foro de Davos, acorde a los tiempos se hablo mucho del nuevo mundo post pandemia, pero poco de lo que esta pasando durante la pandemia y de cómo se acumula o se genera riqueza. De eso habla en extenso el tradicional informe que OXFAM presentó esta semana, como lo hace cada año al comienzo del foro.
La organización internacional que tomo su nombre allá por 1950 del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre y que hoy está integrada por Asociaciones de 19 países destacó la enorme concentración que se produjo en este año en el que COVID se apodero de nuestras vidas.
Según la Organización - que suele ser destacada por la seriedad de sus trabajos- el incremento de la fortuna de los 10 milmillonarios más ricos del mundo desde el inicio de la crisis bastaría para evitar que nadie cayese en la pobreza a causa de la pandemia y para financiar una vacuna universal contra la COVID-19.
Textualmente asegura que "Durante los primeros meses de la pandemia, el hundimiento de los mercados bursátiles de todo el mundo provocó que los milmillonarios, que son algunos de sus principales accionistas, sufriesen pérdidas considerables. No obstante, este revés fue transitorio. En tan solo nueve meses, las mil personas más ricas del mundo, principalmente hombres milmillonarios blancos, han recuperado toda la riqueza perdida. Los Gobiernos han dado un apoyo sin precedentes a las economías, logrando que las bolsas se disparen y engordando las fortunas de los milmillonarios, a pesar de que la economía real se enfrenta a la peor recesión del siglo. Esto contrasta con la crisis económica de 2008, cuando los milmillonarios necesitaron cinco años para recuperar su nivel de riqueza previo a la crisis".
Según OXFAN "la fortuna de los milmillonarios aumentó en 3,94 billones de dólares entre el 18 de marzo y el 31 de diciembre de 2020. Su riqueza conjunta asciende ahora a 11,95 billones de dólares, lo que equivale a la suma que los Gobiernos del G20 han movilizado para responder a la pandemia. Los 10 milmillonarios más ricos del mundo han visto crecer su fortuna en 540 000 millones de dólares durante este período"
Estos números no hacen otra cosa que poner en escena nuevamente la discusión de qué y cómo se genera riqueza y para qué. De qué sirve que pocas manos acumules fortunas incalculables mientras otros pasan las de Caín. Obvio que es un debate que se da país por país y la Argentina no está exenta en estos días con, porejemplo, lo que esta pasando con el precio de los alimentos- como ya hemos explicado- atados a la explosión de los commodities en pandemia.
Un dato, que también refleja el trabajo de OXFAM, es interesante para desarrollar esta discusión. Jeff Bezos es uno de esos 10 milmillonarios que vio su fortuna recuperarse y con creces.
Según los datos de la organización recogidos de fuentes oficiales el dueño de Amazon tiene bajo su orbita 876.000 empleados. Con lo ganado hasta septiembre de 2020 ese mes le podría haber pagado acá uno de sus empleados un bono extra de 105 mil dólares y el seguir siendo igual de rico que antes de la pandemia.
La gran pregunta es qué genera más riqueza; esa cantidad de dinero en la cuenta de Bezos o dividida en la cuenta de sus trabajadores (volvemos a aclarar sin el perder el nivel de su fortuna pre pandemia) que seguramente la volverían a gastar en su vida diaria y hasta lo más probable comprando cosas o servicios a través de la misma plataforma de Bezos. La gran discusión es si creamos un circulo vicioso donde todo se acumula en pocas manos o uno virtuoso donde ese dinero circula generando trabajo, consumo, etcétera o sea poner en marcha la economía.
La discusión es eterna; los propios factores concentrados de poder que hablan de generar empleo y trabajo digno para poner en marcha las economías y los países, son los primeros en sabotear esa idea concentrando la riqueza y también son los primeros en pedir que el Estado intervenga cuando se ven en problemas.
Aquí también vamos a usar un ejemplo internacional para mostrarlo y a su vez para confirmar que el mundo cambió.
No tuvo difusión en los grandes medios nacionales que tienen una agenda noticiosa incomprensible plagada de noticias que no son noticias o de falsas noticias por miles. Pero esta semana nada más y nada menos que Wall Street salió a pedirle por primera vez en su historia al Gobierno norteamericano que ponga fuertes regulaciones al mercado de valores. La causa un grupo de adolescentes que se organizaron a través de Reddit y en menos de una semana le hicieron perder miles de miles de millones de dólares a los principales fondos de inversión especulativos del país del norte.
Si bien la explicación es algo compleja simplificando miles de jóvenes organizándose a través de la red social salieron a comprar de 100, 200 o 300 dólares acciones de compañías devaluadas como la compañía de juegos físicos para play o pc GameStop o de BlackBerry levantando su valor astronómicamente arruinando el juego de corto plazo o short selling con ganancia asegurada que hacen los grandes fondos de inversión.
El mundo ha cambiado, la pandemia solo ha acelerado algunos de esos cambios que se venían gestando. Aunque parezca poco probable muchos de los desafíos que enfrenta el Gobierno de nuestro país tienen que ver con esta revolución en el mundo y que genera nuevas relaciones y necesidades. Entenderlo será fundamental para los que quieran gobernar y administrar Estados. De la pandemia seguro no se saldrá igual, pero existe el riesgo fuerte de salir peores.
Aquí se puede leer completo el informe de OXFAM https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/621149/bp-the-inequality-virus-summ-250121-es.pdf