Un joven apodado "Salvi", que se enteró por televisión que había sido mencionado por el crimen de Fernando Báez Sosa, se presentó el miércoles por la mañana ante la fiscalía para ponerse a disposición de la Justicia.
Un joven apodado "Salvi", que se enteró por televisión que había sido mencionado por el crimen de Fernando Báez Sosa, se presentó el miércoles por la mañana ante la fiscalía para ponerse a disposición de la Justicia.
Fabián Améndola, uno de los abogados de la familia de la víctima, lo denominó como "sospechoso 11" en Telefe al revelar que para ellos podría haber participado del crimen de Fernando.
Salvador, en consecuencia, se presentó el miércoles en sede judicial, pero la fiscal Verónica Zamboni le aclaró que nunca fue imputado por ella en el expediente abierto tras el asesinato en la puerta del boliche Le Brique.
Los investigadores analizaron los mensajes de WhatsApp de los diez rugbiers, identificaron a Salvador, pero no encontraron elementos para sospechar de él. Eso mismo fue lo que le transmitió la fiscal Zamboni.
Mientras tanto, Graciela Sosa y Silvino Báez, convocaron para el martes 18 de febrero a las 18 horas una marcha en la puerta del Congreso para exigir justicia por su hijo.