La Muerte de Stalin: el desafío de volver a la crueldad divertida
La sátira ha sido ampliamente utilizada en el cine para criticar a líderes y regímenes políticos poderosos de la historia. The Death of Stalin (La Muerte de Stalin) utiliza este recurso para burlarse de uno de los momentos más convulsionados de la época soviética, cuando se produjo la muerte de Iósif Stalin,
La película está dirigida y co-escrita por el escocés Armando Iannucci, reconocido por In the Loop (2009) y la serie de comedia de HBO, Veep, protagonizada por Julia Louis-Dreyfus. Está basada en una novela gráfica homónima de Fabien Nury y Thierry Robin.
Iannucci se pone al frente de una coproducción entre el Reino Unido, Francia y Bélgica que recrea en tono de sátira los últimos instantes de vida del dictador soviético Iósif Stalin y los sucesos posteriores a su muerte el 5 de marzo de 1953, con la encarnizada pugna de poder para convertirse en su sucesor.
La Muerte de Stalin cuenta con un reparto de distinguidos e importantes actores que se ponen en el papel de las personalidades más importantes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Steve Buscemi interpreta a Nikita Khrushchev, Jeffrey Tambor a Gueorgui Malenkov, Simon Russell Beale a Lavrenti Beria, Michael Palin a Vyacheslav Molotov y Jason Isaacs a Gueorgui Zhúkov, entre otros.
Como buena comedia, la cinta exagera y se ríe de algunos sucesos históricos reales como las purgas, los complots entre ministros o incluso la demora en atender médicamente a Stalin cuando sufrió la hemorragia cerebral que le causó la muerte, ya sea porque todos los buenos doctores estaban en gulags o por el temor a que trascienda públicamente la debilidad del líder.
Consigue divertir con humor absurdo partiendo de eventos sumamente dramáticos como las persecuciones, secuestros y fusilamientos propios del régimen dictatorial. Además se burla constantemente de la paranoia de la época de la que eran víctimas incluso los más altos cargos políticos
En este sentido, lo más hilarante son las conspiraciones e intrigas que se generan entre los integrantes del Consejo de Ministros de Stalin, ya sea para complacer al máximo gobernante mientras estaba con vida como para sacar el mayor rédito personal tras su muerte.
Si bien la película consigue una perfecta ambientación de la Rusia soviética, pese a haberse rodado íntegramente en Londres, el principal punto flojo que tiene es la muy marcada visión occidental que evidencia tanto de los personajes como del periodo histórico que narran.
Además, por momentos abusa de referencias extremadamente sutiles que requieren un conocimiento acabado de la época.
La Muerte de Stalin ha sido censurada en Rusia y otras ex repúblicas soviéticas como Kirguistán, Bielorrusia, Azerbaiyán y Kazajistán e incluso el Ministerio de Cultura llegó a afirmar que el film forma parte de la guerra ideológica de Occidente contra el gobierno de Vladimir Putin.
Tráiler:
Ficha:
Título original: The Death of Stalin
Año: 2017
Dirección: Armando Iannucci
Guión: Armando Iannucci, David Schneider, Ian Martin y Peter Fellows
Reparto: Steve Buscemi, Simon Russell Beale,
Jeffrey Tambor, Rupert Friend, Jason Isaacs, Olga Kurylenko, Michael Palin y Adrian McLoughlin.