La vuelta del tren, los sueños y los anuncios peligrosos
La llegada de los trenes chinos, adquiridos recientemente por el Estado nacional, ha sido destinada a modernizar la red ferroviaria y algo de la inversión debería llegar al interior del país.
Donde hubo un tren de pasajeros, volverá a haber un tren de pasajeros. La frase, lanzada este fin de semana por el ministro de Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, recuerda otras similares lanzadas en la historia reciente y no tan reciente de nuestro país. Y casi demás está decir que aquellas terminaron en una estafa.
La aseveración de Randazzo nos trae a la memoria el que depositó dólares recibirá dólares de Eduardo Duhalde durante el corralito y el corralón, o aquella de los 80, de Juan Carlos Pugliese: Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo.
Las frases de algunos de nuestros políticos y funcionarios deberían ser masticadas y previamente discutidas antes de ser dichas sin más al voleo, en una Argentina harta de las promesas incumplidas, de las estafas provocadas por más de una medida de gobierno y de funcionarios sátrapas, insensibles y la mayoría de las veces inasibles.
Randazzo construye, en la interna del partido gobernante, en la interna del Frente para la Victoria y dentro del kirchnerismo, su candidatura a presidente. Quiere ser el sucesor de Cristina y quiere quedarse con lo más puro del proyecto y modelo que lleva adelante la presidenta. Quiere ser bendecido por Cristina y pelearle al pato Uribarry, el gobernador de Entre Ríos, la representación del espacio que posiblemente se enfrentará a Daniel Scioli en las PASO del año que viene para que el peronismo encuentre su candidato a las elecciones generales.
Randazzo tiene fama de serio y eso le permite ganar unos puntos por sobre el resto de los candidatos K. No se fuma al investigado por la Justicia y procesado vicepresidente Amado Boudou y ha llegado, Randazzo, al punto de negarle un saludo en público al segundo del país. Eso sólo le ha permitido a Randazzo marcar serias diferencias hacia adentro y hacia fuera dar un mensaje que es tomado con pinzas por la ciudadanía, pero que le suma, sin dudas. A Uribarry le restan muchas más cosas que a su rival Randazzo, en otras palabras.
Randazzo no hace mucho dijo que si lograba levantar el sistema de transporte público lanzaría su candidatura a presidente. Pero Randazzo se refería al sistema ferroviario de transporte de Buenos Aires, que tras la tragedia de Once se visibilizó, para el resto del país, como desastroso y caldo de escandalosos casos de corrupción.
La llegada de los trenes chinos, adquiridos recientemente por el Estado nacional, ha sido destinada a modernizar la red ferroviaria y algo de la inversión debería llegar al interior del país para volver a comunicar a pueblos y ciudades que hasta los 90 vivían y se desarrollaban en torno al tren. Desde el desmantelamiento de las estructuras ferroviarias hasta la fecha, los fantasmas han invadido esas comarcas. Y en Mendoza tenemos varias en esa situación.
La frase de Randazzo con la que encabezamos este comentario se escuchó el sábado en Realicó, provincia de La Pampa. Esa ciudad, Realicó, mantuvo hasta los 90 una ligazón más que importante con el sur mendocino. La ligazón era comercial y social. Ubicada a unos 300 kilómetros al Este de General Alvear, por la ruta nacional 188, Realicó fue una vía de paso y también una meta, un fin, para cargas de vinos, frutas y hortalizas que viajaban uniendo Alvear con Buenos Aires. También, esos trenes, transportaban a pasajeros de uno y otro extremo y también entre las ciudades diseminadas a lo largo de más de mil kilómetros de tendido férreo.
Está dando vueltas la intención de volver a instaurar el tren de pasajeros y de cargas entre Realicó y General Alvear, pasando por Bowen. Lo ha dicho el gobernador y lo dicen en voz baja intuimos para no quemarse algunos de los funcionarios de Pérez.
Lo que hizo Randazzo fue anunciar la vuelta del tren de pasajeros a Realicó, proveniente de Buenos Aires. El actual recorrido se inicia en Bragado, en la provincia de Buenos Aires, continúa por Lincoln, Realicó y finaliza en General Pico, provincia de La Pampa. El proyecto es extender el transporte hasta Alvear y los más entusiastas sostienen que podría alcanzar a San Rafael y Malargüe.
Al acto de Realicó asistió el ministro de Transporte mendocino, Diego Martínez Palau, enviado por el gobernador a tan magno evento, en medio de los festejos de los lugareños por la recuperación.
Donde hubo un tren de pasajeros, volverá a haber un tren de pasajeros, dijo Randazzo. Por el bien del funcionario, pero mucho más por el de las miles de personas que se esperanzan en este tipo de afirmaciones, ojalá se cumpla. De lo contrario, serás muchos los que harán fila y no para felicitarlo, precisamente.