¿Puede un foro de preguntas y respuestas incubar un nuevo tipo de medio de comunicación? La comunidad de internet conocida cobró relevancia en los últimos meses.
Los nuevos medios llegaron con sed de venganza. ¿Se acuerdan? Nos mean y la prensa dice que llueve era el graffiti que sintetizaba la otra crisis de representatividad allá en el verano infernal de 2001, un eco que perduró como ruido blanco en la larga batalla de todos estos años. Más allá de coyunturas políticas, el vuelco hacia los blogs, las redes sociales y otras formas de comunicación made in siglo XXI significó en todo el mundo una respuesta a esta querella. Los nuevos medios vinieron a derribar ese muro que separaba emisores activos de consumidores pasivos. Ahora todos podemos decir que llueve.
Nuevos medios + democratización de la palabra + redefinición de la condición de noticiabilidad + #findelperiodismo forma un algoritmo posible para esta era. Se modifican jerarquías y modos de producción; la noticia está en Twitter antes que en el diario; no hay consumidores pasivos sino integrantes de una conversación rizomática. Todos tenemos algo para decir. El que tiene un hijo, un gato o un plato vistoso lo sube a Facebook; al que se le ocurrió un pensamiento tuitea; el que tiene un cuerpo lo publica en Instagram. Somos todos emisores, dueños de medios. No se confundan: lo que narro es el hermoso riff de la democracia.
Días atrás un nuevo viejo medio -la versión web de la decimonónica revista bostoniana The Atlantic- publicó un interesante análisis sobre lo que llamó una nueva clase de medio. Hablaba de IAmA, una subcomunidad dentro del agregador de noticias Reddit, un sitio muy popular donde los usuarios comparten links y comentan. La muerte del editor, devenido en millones de usuarios dispersos, es otra variable del mismo algoritmo.
IAmA saltó a la superficie por los motivos de siempre: es tal su popularidad en Estados Unidos que figuras como Barack Obama o el comediante Jerry Seinfeld se prestaron a participar. Hoy es un espacio de legitimación para artistas y políticos.
El Presidente de Los Estados Unidos se sometió a las preguntas de los internautas.
Soy Barack Obama, Presidente de los Estados Unidos. AMA. La foto publicada en Reddit es sintomática de una época: el presidente del mundo libre aparece sentado con la camisa arremangada, la corbata floja y los hombros caídos, tipeando displicente sobre una Mac enchufada. No hay glamour: de fondo se ve un cablecanal y una lámpara de pie que parece comprada en Easy.
El artículo de The Atlantic llama a IAmA una rareza que importa las normas aspiracionales de honestidad y autenticidad propias de un foro pseudoanónimo de la web a entrevistas de interés masivo. Así se lo ve a Obama: como un forista más. El análisis también dice esto: IAmA pareciera ser el primer nuevo medio genuino. Mientras otras redes sociales sientan sus raíces en formas de interacción que preexistían a internet -formas tradicionales de la comunicación oral llevadas a nuevos soportes y formatos, una suerte de actualización tecnológica del intercambio humano-, IAmA arrastra una lógica en apariencia novedosa: ni chateo, ni informo, ni muestro lo que yo quiero; respondo lo que ustedes quieren saber, en una especie de entrevista desjerarquizada, sin línea, mediada por flujos caóticos de subjetividad.
IAmA es un hijo perfecto de la internet moderna: está hecho de horizontalidad, narcisismo trash e información on demand. Sin quemar etapas, lo que parece tener de nueva clase de medio es su disrupción con esas formas habituales de comunicar -aún en la mal llamada era 2.0.
Escribo en Techcrunch y acabo de llegar de la CES. Preguntenme lo que quieran, publicó un periodista, quebrando la unidireccionalidad de la crónica periodística ya sea en papel o web. No parece lo mismo ser Obama y tuitear para comunicar por encima de la barrera de los medios hegemónicos, que sentarse a responder preguntas en una comunidad descentralizada. Es la agenda pública a la carta. En cualquier caso, IAmA está compilando algunas de las mejores historias de internet, lo cual no es poco. Tal vez no falte tanto para llegar a la instancia en que los, a esta altura, nuevos medios tradicionales dejen su terreno a formatos todavía más novedosos de comunicar, exhibirse e interactuar. Preguntenle si llueve.