Cuando se habla del bienestar de una mascota, muchas veces se pasa por alto un problema común pero silencioso: la ansiedad por separación en los perros. Este trastorno puede afectar profundamente su comportamiento y salud si no se detecta y trata a tiempo.
¿Qué es la ansiedad por separación?
La ansiedad por separación es una condición que aparece cuando el perro no logra gestionar de forma saludable la ausencia de su humano. Puede manifestarse con ladridos intensos, destrozos en el hogar o incluso intentos de fuga. Este trastorno suele tener raíces en traumas tempranos, cambios bruscos en el entorno o una escasa socialización en etapas clave del desarrollo.
Algunos especialistas explican que la dependencia excesiva hacia sus dueños hace que estos animales se vuelvan inseguros ante la soledad. Para tratar esta ansiedad existen varias estrategias, como acostumbrarlos de a poco a estar solos, ofrecerles juguetes que los entretengan o incluso, en casos más graves, la ayuda veterinaria con medicación.
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Mascota: el reencuentro que parece amor pero estresa a tu perro
La efusividad al llegar, un momento clave
Uno de los momentos donde más se activa esta ansiedad es cuando el dueño vuelve a casa. El perro, eufórico por el reencuentro, suele manifestar su alegría con saltos, ladridos y movimientos nerviosos. Aunque parezca tierno, este comportamiento puede estar impulsado por el estrés.
Muchos dueños, al ver a su mascota tan feliz, responden con abrazos, caricias y palabras emocionadas. Sin embargo, especialistas en conducta canina advierten que esta reacción refuerza el estado de ansiedad del animal. El perro no está simplemente contento: está sobreestimulado por el miedo y el estrés acumulado durante la espera.
¿Por qué saludar al perro puede ser un error?
Según adiestradores con experiencia, como Víctor Mañero de Adican, saludar efusivamente a un perro en ese estado es como premiar su ansiedad. En lugar de calmarlo, se valida su estrés, lo que puede derivar en un círculo vicioso perjudicial para su salud emocional.
“No lo acaricies hasta que no esté tranquilo. Si lo hacés, reforzás ese estado alterado”, explican. Ignorarlo al llegar —aunque cueste— puede ayudar a que el perro asocie tu regreso con calma y seguridad, no con excitación y nerviosismo.
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Mascota: el reencuentro que parece amor pero estresa a tu perro
¿Qué hacer para cuidar su bienestar?
Algunas recomendaciones prácticas que dan los expertos para reducir la ansiedad son:
Evitá saludarlo apenas entrás a casa. Esperá a que se calme.
Aumentá sus sesiones de juego y paseo diario.
Practicá salidas cortas para ir entrenándolo.
Dejale juguetes interactivos o luces encendidas si se queda solo.
No dramatices tus salidas y regresos. La previsibilidad baja su nivel de alerta.
En definitiva, amar a tu mascota también es enseñarle a estar bien sin vos, y eso empieza por entender que algunos gestos, aunque bienintencionados, pueden hacerle más daño que bien./Infobae.