Aunque muchos creen que los perros dejan de jugar al envejecer, el juego sigue siendo fundamental para su bienestar físico y emocional. En esta etapa de la vida, las actividades lúdicas ayudan a mantener la movilidad, reducir el estrés y fortalecer el vínculo con su familia humana. Cuidar el juego es cuidar la salud integral de tu mascota.
Beneficios del juego en la vejez de tu mascota
Diversos estudios veterinarios coinciden en que el juego en los perros ancianos estimula la mente y el cuerpo, generando placer y mejorando su estado de ánimo. Durante estas actividades se liberan endorfinas y dopamina, sustancias que ayudan a aliviar el dolor y el estrés. Además, el movimiento, aunque sea leve, contribuye a conservar fuerza, flexibilidad y coordinación.
El entretenimiento regular también tiene un impacto positivo sobre su salud cognitiva. Jugar retrasa el envejecimiento cerebral y mantiene activas las conexiones neuronales, lo que reduce el riesgo de deterioro mental. Por otro lado, estos momentos compartidos con sus tutores aumentan los niveles de oxitocina, reforzando el vínculo afectivo y la confianza.
Cada perro es único y sus actividades deben adaptarse a su estado físico, edad y preferencias. Sin embargo, hay algunos juegos ideales para esta etapa:
Búsqueda de premios: escondé trocitos de alimento en un tapete olfativo o entre el pasto. Estimula el olfato y la concentración.
Tira y afloje suave: utilizá una cuerda o juguete blando, evitando movimientos bruscos para no dañar las articulaciones o el cuello.
Circuitos sensoriales: podés armar un pequeño recorrido con distintas texturas y obstáculos bajos para mantener la coordinación.
dos perros jugando, mascota
Mascotas ancianas | El objetivo no es el cansancio, sino el disfrute
Lo importante es que el perro se sienta motivado sin exigir en exceso. El objetivo no es el cansancio, sino el disfrute. Si se lo acompaña con paciencia y cariño, incluso un paseo corto o un juego de buscar pelotas blandas puede ser suficiente para alegrarle el día.
Acompañar a un perro anciano implica aceptar su ritmo, pero también ofrecerle estímulos que lo mantengan feliz. El juego es una herramienta poderosa para que tu mascota siga activa, conectada y vital. No se trata de competir con su energía juvenil, sino de encontrar nuevas maneras de compartir tiempo y afecto.