Luego de un 2022 crítico con la luz roja de la inflación a pleno, ¿cabe esperar un repunte de la economía en este 2023 que beneficie a Mendoza, o una profundización de la problemática? ¿Qué pasará con los motores económicos de la provincia? ¿Cuál es el escenario previsto luego de las elecciones?.
Preguntas que los especialistas intentan responder. De hecho, un análisis anticipa, entre un mundo complicado y un mercado interno al límite, más contracción económica y seguirá el flagelo inflacionario, con sus indeseadas consecuencias.
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Para Mendoza, con motores a media máquina que le permitieron producir por más de u$d 15.000 millones el último año, del acuerdo a un estudio del IERAL, de la Fundación Mediterránea en Mendoza, se vislumbran pocas chances de reducir la pobreza, menor recuperación del mercado laboral, un poder adquisitivo desinflado y sin perspectivas de repunte del crédito a lo largo del 2023.
Son algunas conclusiones del Anuario, que habitualmente mide variables económicas entre el balance del año que pasó para hacer una proyección del que está en marcha. Y tampoco anticipa una reversión positiva de ese escenario luego de los comicios nacionales y provinciales de setiembre.
El estudio se basa en información de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE), el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y el Instituto de Desarrollo Rural de Mendoza (IDR). Y estuvo financiado por más de 20 instituciones y empresas tanto del sector público como privado.
La producción de bienes y servicios en Mendoza durante 2022 significó un PBG (Producto Bruto Geográfico) de u$s 15.300 millones. En términos per cápita, según el IERAL cada mendocino alcanzó aproximadamente u$d 7.600.
El comercio es la actividad con mayor participación en el PBG, con el 18%, seguida un poco más atrás por el rubro inmobiliario (14%). Un dato llamativo es que la producción petrolera aportó lo mismo que la administración pública (11%).
Sin embargo, en conjunto, la economía provincial evidenció durante 2022 una importante desaceleración en su ritmo de expansión, con una performance más débil que el promedio de Argentina.
"Sólo el motor de la economía nacional resultó expansivo durante 2022, aunque en los últimos meses del año, también terminó siendo contractivo", evaluaron los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day, responsables del IERAL en Mendoza.
En cuanto al peso de las exportaciones, el desempeño de la provincia se valió de mejores precios pero menores volúmenes: La economía mundial no ayudó demasiado a la actividad económica en la provincia, Los mejores precios promedio internacionales de las exportaciones mendocinas fueron compensados con un menor volumen exportado.
"Si a esto se le adiciona la caída del tipo de cambio real, el poder adquisitivo de las exportaciones se redujo nuevamente durante 2022", dice el informe del IERAL.
Lo previsto en el Anuario 2021 terminó confirmándose: los 3 motores internos de la economía mendocina resultaron bastante débiles en 2022.
Aunque más levemente, el mercado laboral también se contrajo. A pesar de la recuperación del empleo, la caída del poder adquisitivo salario determinó una menor masa salarial y por lo tanto, este importante motor interno de la economía de Mendoza tampoco jugó a favor del nivel de actividad durante 2022.
La evolución del poder de compra de los salarios, ajustado por inflación, evidencia que, si bien fue superior a un 2020 marcado por la pandemia, e incluso que el de 2019, terminó por debajo del nivel del 2021 (ver abajo).
Por otra parte, ante el ya de por sí escaso flujo de crédito "altas tasas de interés y elevada incertidumbre económica" hicieron que "el nivel de préstamos se contrajera y resultara negativo el motor financiero de la provincia".
¿Y las cuentas públicas? Más allá de la reciente defensa que hiciera el ministro de Economía Enrique Vaquié al afirmar que la gestión provincial redujo un 23% la deuda pública, los ingresos continuaron creciendo durante 2022 a un ritmo mayor que los gastos.
"Si bien esta fue una saludable política fiscal contracíclica en el corto plazo, se tradujo en que el motor del sector público también resultara contractivo durante este año", advierten los economistas de la Fundación.
El pronóstico del IERAL indica que la economía nacional probablemente también resultará contractiva durante 2023. ¿Por qué?
Para Reyes y Day "los determinantes son varios: un mundo complicado, una política monetaria y fiscal interna restrictiva, malas cosechas y alta incertidumbre fruto del proceso inflacionario, escasez de dólares y tensiones políticas derivadas de las elecciones".
En este contexto, los expertos anticipan que, como en 2022, " los motores internos de la economía de Mendoza resultarán probablemente muy débiles en 2023".
La elevada inflación (a un nivel similar al 98% del 2022) y la inestabilidad cambiaria mantendrán altas las tasas de interés. Y con eso no hay en el horizonte una mejora en cuanto al ya escaso crédito para el sector privado "afectando negativamente la dinámica del motor financiero de la provincia".
De ahí que, por el nivel inflacionario, el mercado laboral difícilmente pueda recuperar el poder adquisitivo de salarios. Caldo de cultivo para más incertidumbre y, por ende, contra una recuperación del empleo formal privado en Mendoza.
El pronóstico del IERAL tampoco prevé que las exportaciones traccionen fuerte.
"Se espera que el mundo continúe desacelerándose durante 2023. Entre los principales factores, se destaca la continuidad de altas tasas de interés. Con menor expansión de socios comerciales, precios internacionales probablemente inferiores a 2022 y menor tipo de cambio real oficial, es previsible que este motor no ayude demasiado".
Con todo, el 2023 obliga a diseñar un panorama pos-eleccionario desde el punto exclusivamente de la economía, con 2 escenarios alternativos.
La mirada toma el comportamiento histórico de las cuentas fiscales del sector público, que empeoran para "inyectar" dinero e impulsar la economía en año de elecciones. Pero esta vez parece estar más limitado su accionar.
"Si bien el gobierno ha registrado superávits en los últimos tiempos, no cuenta con demasiado margen para ser el único motor expansivo de la economía y por otro lado, no es esperable que genere un importante deterioro en las cuentas fiscales en busca del mencionado objetivo", advierten los economistas de la Fundación Mediterránea.
Ante la poca perspectiva de crecimiento de la economía en este 2023, también entienden que "será muy difícil reducir significativamente los elevados niveles de pobreza" que ostenta Mendoza.
Claro que el signo político de las fuerzas políticas ganadoras en las próximas elecciones puede determinar otro rumbo económico. Frente a eso, el análisis de la Fundación toma dos escenarios macro alternativos (uno en base a predicciones del mercado y el restante elaborado por el Gobierno) y los compara con las condiciones que tuvo la economía cuando ganó y perdió el oficialismo en los últimos 22 años.
En el escenario de Gobierno (programa FMI), durante 2023 se reduce fuertemente la tasa de inflación, la economía crece casi un 2% anual y se produce una pequeña recuperación del empleo, de los salarios y de los créditos.
Por el contrario, el escenario previsto por el mercado (implícito en la encuesta REM del BCRA) , durante 2023 la tasa de inflación se mantiene en niveles similares a los del 2022, la economía permanece casi estancada al igual que el empleo y los salarios, mientras que el nivel de créditos continúa en picada.
Un dato contundente: el ingreso per cápita, de acuerdo al análisis, en Mendoza se contrajo casi 8 puntos porcentuales en los últimos 10 años (contra una mejora de más de 20 puntos en el mundo).
Por eso, el IERAL también le dedicó un capítulo del estudio a proponer políticas que podrían mejorar la economía provincial "independientemente de la macroeconomía nacional".
"Si bien gran parte de esta dinámica se explica por el contexto macroeconómico de Argentina, esta grave realidad debe llevar a los mendocinos a diseñar políticas capaces de mejorar esta situación en forma independiente del escenario nacional", proponen desde la Fundación, enfocándose en 2 políticas: una de corto y otra de mediano plazo.
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