El esqueleto de un rinoceronte blanco fue realizado por el taxidermista Edgardo Aranguez y está en en las instalaciones del museo.
El rinoceronte blanco se presentó en el Museo Cornelio Moyano.
Cientos de personas se dieron cita en el montaje y presentación del esqueleto perteneciente al rinoceronte blanco (Ceratotherium simum), realizado por el taxidermista Edgardo Aranguez en las instalaciones del Museo Cornelio Moyano ubicado en el corazón del Parque General San Martín.
El taxidermista Edgardo Aranguez brindó una interesante charla explicativa sobre el proceso que demandó la puesta en valor del Ceratotherium simum. Es importante remarcar que esta pieza pasa a formar parte de la exposición permanente del museo.
En el marco de las diversas actividades programadas por el Ministerio de Cultura y Turismo para estas vacaciones de invierno, sin dudas esta es una gran posibilidad para que los chicos y la familia en general tengan una aproximación científica a una pieza única en su tipo.
Horarios de visitas: martes a sábados de 9 a 19 y domingos de 14 a 19.
Entrada gratuita por orden de llegada.
Av. Las Tipas y Prado Español s/n, Parque General San Martín.
El rinoceronte blanco
El montaje del rinoceronte fue realizado a partir de un ejemplar completo recibido en la institución en 2007. La técnica de preparación fue diseñada por personal del museo. Se priorizó el facilitar la observación de las formaciones anatómicas para su uso en docencia, investigación o como pieza de exhibición.
Se trata de una de las especies más grandes de las cinco que existen. Es el cuarto animal terrestre más grande y el cuarto mamífero terrestre más pesado, con un peso que ronda los 2.000 kg, superado solamente por el elefante, y una altura aproximada de 1,70 m. Su hábitat son los bosques y sabanas cubiertas de hierba, cerca de fuentes de agua. Son semisociales y territoriales. Se quedan juntos en manadas y marcan su territorio con depósitos de excremento colocados de forma estratégica.
Los machos defienden su territorio vigorosamente con sus cuernos y su gran tamaño. Su nombre en latín, Rhinocerotidae, significa nariz y cuerno, una denominación muy acertada, teniendo en cuenta que el cuerno es el elemento más característico.
Los rinocerontes no tienen enemigos naturales. Sin embargo, la demanda de sus codiciados cuernos ha llevado a estos animales a una situación crítica al borde de la extinción. Los cuernos no son óseos, sino que están hechos de queratina, la misma sustancia que forma las uñas y los pelos de otros animales. Existen mitos ancestrales que otorgan a sus cuernos poderes curativos, pero que carecen de toda base científica. Por eso se los caza de forma ilegal e indiscriminada.