La pobreza en la provincia de Mendoza es cada vez más cruda. Quienes antes colaboraban con alimentos, ahora hacen la fila para recibirlos.
Los comedores y merenderos vivencian de cerca una realidad que, en la mayoría de los casos, se representa con números y estadísticas: el avance de la pobreza en las familias de la provincia de Mendoza. Con más de 600 espacios que alimentan a mendocinos, Ana Herensperger, responsable territorial de Libres del Sur, aseguró que son cerca de 26 mil las personas que buscan un plato de comida.
"El deterioro social en los comedores, en los merenderos, se viene sintiendo cada vez más. Ha aumentado mucho la cantidad de familias enteras que se arriman a estos centros de asistencia alimentaria por la merienda, pero centralmente para poder cubrir las comidas diarias", explicó a Sitio Andino Ana Herensperger, que recorre día a día 600 comedores y merenderos distribuidos en todo el territorio provincial.
La representante territorial destacó que la situación ha recrudecido: "Familias que antes colaboraban llevando té, leche, harina para el funcionamiento del merendero, hoy son parte de las familias que estamos asistiendo porque no llegan a cubrir algo tan esencial como los alimentos".
"Cada vez más estamos sintiendo este deterioro que se viene agravando mes a mes, sobre todo desde estos últimos seis meses. Tienen que pagar la luz, comprar el gas envasado, poder acceder a las garrafas, el transporte, entonces son muchas dimensiones que no todos hoy están pudiendo garantizar", agregó.
En términos generales, Herensperger explicó que antes se daba mayor asistencia a niños, pero "hoy se suman jubilados y familias enteras". " La situación la verdad de los jubilados es tristísima porque hicieron toda una vida de trabajo y hoy no están pudiendo garantizar sus medicamentos o la comida", remarcó.
Consultada por el aumento en la cantidad de personas que hoy necesitan asistencia por parte de comedores y merenderos, la referente territorial puntualizó "que el hambre se ve todos los días, no solamente en estadísticas".
"Hoy casi el 60% de las personas están bajo la línea de la pobreza, ha crecido la indigencia, y esos no son solo datos duros o fríos, sino que tienen caras, tienen historias, tienen familia. Hay que humanizar un poco más el dato".
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Según su experiencia en merenderos y comedores, la política de recorte que realiza el Gobierno Nacional, sumado a la retención de alimentos que se descubrió durante las últimas semanas deja en un punto crítico a la asistencia de personas.
"Está dejando cada vez a más familias en la pobreza y tiene consecuencias reales en el día a día. Dejar vencer alimentos en los depósitos mientras que hay muchas familias que no pueden garantizar el alimento diario es una muestra de un gobierno insensible, cruel, que llegó diciendo que el ajuste lo iba a pagar la casa y hoy lo están pagando los trabajadores, los jubilados, las pymes y los despedidos", sostuvo.
Sobre la leche que comenzará a distribuirse en la provincia de Mendoza, dijo: "A veces los recursos resultan insuficientes frente a la necesidad que hay, pero bueno, lo que está, tiene que entregarse, tiene que llegar a la gente, si no, es una política ineficiente".
Según indicaron desde Libres del Sur, desde el mes de noviembre la asistencia nacional era irregular y de mala calidad, pero luego se suspendió. Desde ese momento, el aporte de vecinos y familias fue clave para su sostenimiento. "También ha permitido el funcionamiento el aporte de la provincia, porque ellos no interrumpieron el aporte", dijeron.
"Hoy tenemos alrededor de 600 centros de asistencia alimentaria en toda la provincia, entre comedores y merenderos, y asistimos a alrededor de 26.000 personas. Muchos, en este contexto, han incorporado también la modalidad comedor, porque la misma gente se arrima por fuera de los días ya fijos y pregunta si hoy se va a entregar leche o se va a servir la comida", aseveró Herensperger.
Frente a esa realidad dura, pero cotidiana, desde Libres del Sur destacan la importancia de acercarse a donar o recorrer otros contextos.
"Invitamos a recorrer, a acercarse en este contexto, para ver cómo funcionan los comedores cercanos, los merenderos. Si se puede, ayudar es mejor. Pero es necesario visibilizar el trabajo real que hoy tenemos en estos lugares", dijo la referente.
Y agregó: "Hoy tenemos un rol clave, como lo hemos tenido en distintos momentos, como fue la pandemia, cuando nadie salía. Ahí estuvimos las organizaciones sociales frente a la situación alimentaria, siendo nexo entre la comunidad y el gobierno provincial, municipal o local".
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