Según se supo recientemente, Luis Caputo busca terminar con el subsidio al gas conocido como "Régimen de Zona Fría".
Luis Caputo busca eliminar un polémico subsidio al gas aprobado por el kirchnerismo: qué implica
En las últimas horas, trascendió que el Gobierno Nacional busca eliminar, a través de un DNU, un polémico subsidio al gas aprobado durante el kirchnerismo. Te contamos en qué consiste, cómo funciona actualmente y cuáles son las razones para llevar a cabo esta medida.
Según se supo recientemente, Luis Caputo busca terminar con el subsidio al gas conocido como "Régimen de Zona Fría", establecido por ley durante el gobierno kirchnerista de Alberto Fernández.
Abogados del Ministerio de Economía están analizando las posibles implicancias legales de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de estas características, según informó el sitio especializado en energía Econojournal.
La ampliación del esquema de subsidios al consumo de gas en zonas frías (que este año le costará al Tesoro alrededor de US$300 millones) fue aprobada en 2021 mediante la Ley 27.637, y sumó a más de 3,1 millones de usuarios al beneficio.
El ministro de Economía, Luis Caputo, busca retroceder en la ampliación aprobada en 2021 del Régimen de Zona Fría, un esquema que subsidia hasta un 50% del costo del gas natural para usuarios ubicados en áreas consideradas por el Estado como de “bajas temperaturas”.
Originalmente creado a principios del siglo XXI para subvencionar la demanda de gas en la Patagonia, una región caracterizada por sus severas condiciones climáticas, el régimen se extendió durante el gobierno de Alberto Fernández (aplicando criterios técnicos cuestionados) a casi la mitad de los usuarios residenciales de gas natural del país.
Este régimen no contempla el ingreso socioeconómico ni el poder adquisitivo de los hogares beneficiados. Como resultado, tras la expansión impulsada por el kirchnerismo en 2021, miles de personas con ingresos medio-altos de zonas como el interior de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, reciben un subsidio significativo al consumo de gas.
El financiamiento de este subsidio se realiza por dos vías: primero, mediante un recargo de casi el 7 % en la factura de gas que pagan todos los demás usuarios (incluidos hogares de bajos recursos, que terminan transfiriendo, en contra de toda lógica redistributiva, parte de su renta a personas con mayores ingresos); y segundo, a través de aportes directos del Tesoro Nacional.
Esto ocurre a pesar de que, cuando se aprobó la ampliación del régimen, referentes energéticos del kirchnerismo aseguraron que no sería necesario que el Estado destine fondos directos para sostener el sistema.
En el gobierno evalúan la vía del DNU porque saben que es complejo que la Ley 27.637 pueda revertirse en el Congreso, no tanto porque diputados y senadores no quieran corregir el sistema (buena parte de los legisladores de la Comisión de Energía de casi todo el arco político reconoce en reserva que el régimen de Zona Fría se desvirtuó post-ampliación de 2021), sino porque los gobernadores no querrán pagar el costo político de votar una Ley que implique en la práctica un aumento de las tarifas de gas natural en sus provincias, explica EconoJournal.
La publicación del DNU, que podría implementarse después de las elecciones legislativas de octubre, modificaría los subsidios al consumo de gas a unos 3,1 millones de usuarios que ingresaron como beneficiarios con la ampliación del régimen de 2021. Se volvería, de esa manera, a un esquema similar al original creado en 2002 mediante la ley 25.565, que incluye a 850.000 hogares de la Patagonia, la Puna y Malargüe.
Desde el área energética del Ejecutivo ya comenzaron a implementar medidas para ir eliminando el subsidio por “zonas frías”, como los usuarios titulares de más de un medidor.
Según un estudio realizado por la consultora Economía y Energía, dirigida por Nicolás Arceo, la ampliación del régimen de Zona Fría generó un efecto no deseado, ya que el consumo unitario (por hogares) de gas natural se incrementó 7% entre 2021 y 2024 en las regiones que se incorporaron al esquema en 2021, a la inversa de lo que sucedió en las provincias que quedaron por fuera del programa, donde la demanda unitaria del fluido cayó hasta un 9% en el mismo período. / NA