Un policía tomó de rehén a su familia y disparó contra el negociador
Luego de una discusión con su pareja, el efectivo amenazó con quitarse la vida mientras el grupo GRIS intentaba controlar la situación.
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Momentos de mucha tensión se vivieron hoy en el Barrio Alto Mendoza, en la Favorita, cuando un policíatomó a su familia de rehén, mientras amenazaba con quitarse la vida. Según la información dada por la Policía de Mendoza llegaron al lugar alertados por los vecinos al escucharse una fuerte discusión en la casa del efectivo.
De acuerdo a la información, el auxiliar se atrincheró después del mediodía y comenzó a disparar contra el resto de los policías. Como la tensión iba subiendo, al mismo tiempo que la violencia, debió desplazarse el Grupo Especial de Seguridad (GES) junto al Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS) para mediar en la situación y comenzar con las negociaciones, activando así el protocolo previsto para casos de alto riesgo.
Fuentes consultadas describieron que, "durante las conversaciones que iniciaron los negociadores del GRIS, el causante se apuntaba a sí mismo en la cabeza con el arma reglamentaria, dando a entender a sus colegas que planeaba quitarse la vida". Luego de dos horas de negociaciones, finalmente liberó a su esposa y a sus tres hijos.
Y agrega: "si bien se logró que dejara en libertad a quienes estaban con él, la situación no lo calmó y los disparos contra los uniformados continuaron. Eso obligó a los efectivos del cuerpo de elite a irrumpir por la fuerza hasta reducirlo mediante el uso de la pistola taser y tomar el control, luego de más de dos horas de intervención.
Además de los disparos hechos, el policía en rebeldía estaba bajo los efectos del alcohol y disponía de otras 12 municiones las cuales fueron secuestradas durante un allanamiento que se practicó después de que fue contenido. También incautaron la pistola 9 milímetros provista por el Estado, que estaba caliente y con un proyectil en la recámara.
El detalle que decidió el ingreso a la vivienda para reducir al hombre, es que estaba muy excitado, y su discurso era de una profunda disconformidad con su situación familiar y laboral, lo que era indicativo de que había consumido algo que lo tenía en ese estado. Es decir, no había manera de continuar con las negociaciones.
El fiscal interviniente es el G. Pirrello que tendrá a su cargo las actuaciones judiciales.