Este viernes 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, fecha instaurada en 1950 por la creación en 1948 de la Organización Mundial de la Salud. La efemérides sirve para destacar la labor de organismos o personas que han aportado a los preceptos de la OMS.
En Malargüe es numerosa la gente que ha cumplido con esos objetivos. Entre ellos Miguel Cañizares, quien hasta hace días prestó servicios en el Hospital Regional, tanto en las viejas instalaciones que funcionaron en la década del ’80 en calle Amigorena, como en el moderno nosocomio ubicado entre las calles Esquivel Aldao y Roca, de la ciudad sureña.
Miguel Cañizares, que esta semana se acogió al beneficio de la jubilación, reside en el departamento sureño desde hace 36 años. Siempre desempañándose en el Hospital Malargüe, durante largas jornadas en la guardia del nosocomio o distintos servicios donde trabajó codo a codo con sus compañeros y profesionales “para garantizar la salud de nuestros vecinos”, como siempre decía en tono amable, algo que lo caracteriza.
A Sitio Andino Miguel contó que llegó de la provincia de Buenos Aires, primero para trabajar durante dos años como auxiliar de Enfermería en el área de neonatología del Hospital Luis Lagomaggiore en el Gran Mendoza, para luego arribar definitivamente al “viejo hospital”, que estaba ubicado entre las calles Fray Inalicán, Francisco Amigorena, Saturnino Torres y Avenida Rufino Ortega, a comienzos de la década de los ’80.
Al ser consultado por qué eligió esta profesión, primero narró que en el Hospital Lagomaggiore era uno de los técnicos encargado del funcionamiento de los ascensores, para reafirmar “me gusta estar en contacto con la gente”. Antes “trabajaba solo en los huecos de los ascensores”, pero “por la empatía con la gente” y al estar en un lugar tan particular es que eligió estudiar enfermería.
De inmediato habló de su traslado a Malargüe diciendo que “fue un gran desafió”, recordando aquellos años, sin la tecnología actual con la cuenta hoy la medicina y otros medios que hacen más fácil la tarea.
Miguel Cañizares trajo a la memoria hechos que marcaron la historia reciente del Hospital Malargüe, de la que fue testigo directo: la inauguración del edificio sobre calle Roca, en agosto de 1987, corte de cintas que realizó el propio presidente Raúl Alfonsín, junto al gobernador Felipe Llaver y al intendente Jorge Vergara Martínez, como así otro momento sumamente importante, que fue la reinauguración de junio de 2014 bajo “la presidencia de Cristina Kirchner”, el gobernador Francisco Pérez y el intendente Juan Agulles, transformando la infraestructura en uno de los más modernos y amplios de la provincia de Mendoza.
Cañizares no pudo dejar pasar algo que marcó a fuego la salud local, y en un contexto mundial, que fue la pandemia por Covid, donde las grandes batallas la dieron todos los integrantes del nosocomio malargüino. Y en mayor medida quienes se desempeñaban en la guardia, internación y la terapia intensiva “donde todos fueron al frente”.
“Fueron días muy difíciles, porque salías de la guardia y no sabias si llevabas el virus a tu casa”, recordó con emoción, y la satisfacción de labor cumplida.