La entrada de la Argentina al grupo de los BRICS, junto a otras cinco naciones, es quizás una de las mejores noticias para el desarrollo del comercio exterior y la economía argentina de los últimos años.
La entrada de la Argentina al grupo de los BRICS, junto a otras cinco naciones, es quizás una de las mejores noticias para el desarrollo del comercio exterior y la economía argentina de los últimos años.
Sin embargo, la escasa estatura de nuestra dirigencia política transformó el acontecimiento en una nueva versión de la grieta local. Era previsible, pero no al nivel de mostrar -o por lo menos comunicar- absoluta ignorancia sobre la economía argentina y la conformación de un nuevo mundo que avanza sin pausas y cada vez más rápido.
Las declaraciones de los principales referentes de la oposición dividida en dos después de las PASO solo demostraron que su desconocimiento de la realidad económica argentina y mundial es apabullante.
Más allá de que Javier Milei y Patricia Bullrich adelantaron que de ser electos se retirarían del bloque, los mismos argumentos que utilizan para salir de los BRICS los podrían utilizar para retirarse del FMI o la ONU ya que en ambos bloque Argentina comparte espacio con China, India, Rusia, Brasil, Irán, etc.
No deja de sonar extraño que los líderes del capitalismo de cabotaje renieguen de comerciar con el bloque que, antes de la entrada de los nuevos integrantes, acapara el 30 por ciento de los recursos del Mundo, aloja en su seno a los dos principales acreedores de los Estados Unidos (China y Rusia) y concentran el 40% de la población global y el 20% del Producto Interior Bruto (PIB).
Pero además ambos candidatos opositores y los dirigentes de sus espacios proponen romper con el grupo de naciones sin las cuales el comercio exterior argentino sería inexistente.
Argentina exporta más a Egipto que a la casi totalidad de los países de Europa excepto España y Holanda y más a India que a todos los estados europeos y todos los de Latinoamérica excepto por supuesto Brasil. Además exporta más a Emiratos Árabes que México por ejemplo.
En tanto Brasil y China pelean año a año cuál de los dos es el principal destino de las exportaciones de nuestro país y si sumamos a India tres de los cuatro principales destinos de los productos argentinos están dentro de los BRICS.
El siguiente mapa confeccionado por la Bolsa de Comercio de Rosario es bien gráfico de la importancia de los países BRICS para las economías regionales como principales destinos de sus exportaciones.
Es interesante señalar que para los técnicos del FMI los países del grupo BRCIS (antes de la entrada de los nuevos miembros) asegurarán para 2028 el 33,6% del crecimiento económico mundial, en tanto los miembros del G7 para el mismo año aportarán el 27,8%. La participación de los BRICS Plus se incrementará considerablemente al sumarse al grupo dos de los principales productores de petróleo y la Argentina como uno de los proveedores mundiales más grandes de proteínas y energía.
A partir de los ingresos de los nuevos países el bloque pasará a representar el 36% del PBI y el 46% de la población mundial. Hasta hoy el bloque contribuye con el 16% de las exportaciones y el 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios.
Los investigadores Paula Giménez y Matías Caciabue en su trabajo China en Latinoamérica: intercambio comercial, yuanes y BRICS destacan qué “China viene profundizando y extendiendo su influencia en la región mediante diferentes acuerdos de intercambio comercial y de inversión directa, además de proyectos políticos y económicos como los BRICS o la Ruta de la Seda. En 2021 el valor total del comercio entre el gigante asiático y Latinoamérica y el Caribe aumentó un 41,1% respecto a 2020, registrando un nuevo récord en las transacciones, por valor de 451.591 millones de dólares, según datos oficiales de China. El gigante asiático actualmente es el segundo socio comercial de mayor importancia para la región. En 2021, las exportaciones de América Latina hacia China llegaron a unos 222.582 millones de dólares, lo que representa un incremento del 31,4% respecto al año anterior” y afirman que “En 2015, las autoridades chinas firmaron acuerdos de intercambio de inversiones y divisas con Chile, donde anunciaron la apertura del primer banco de compensación en yuanes de Latinoamérica.
China ha logrado acuerdos de compensación en yuanes en otras regiones y en febrero anunció uno en Brasil, su mayor socio comercial en América Latina con un intercambio bilateral que en 2022 alcanzó un récord de US$150.000 millones”.
Escuchar a un candidato a presidente, que asegura ser economista, aseverar que los estados no tienen nada que ver en el comercio internacional y que los privados pueden exportar o importar a China sin que nada tengan que ver los Estados motivaría a risa sino fuera que ese candidato tiene serias chances de entrar al ballotage final.
El mundo está cambiando fuertemente, la multilateralidad ya está instalada entre nosotros y los cambios en las sociedades son tan profundos que imágenes como la que se vio ayer de un ex presidente de los Estados Unidos, como Donald Trump entrando a una cárcel común para ser fichado como convicto, antes de recuperar su libertad bajo fianza, es todo un símbolo de esos cambios.