A la hora de comparar la conveniencia de hacer maíz o soja, del lado de los costos, el primero no sólo requiere mayor desembolso inicial en una campaña donde la incertidumbre económica está llevando al productor a minimizar la inversión tanto como le sea posible, sino que también ofrece un margen de ganancia más limitado y directamente negativo en casi todas las zonas del país cuando se trata de campos arrendados.