Luego de la exitosa y convocante muestra que puso en exposición originales de Miró, el Museo de Arte Contemporáneo de Mendoza vuelve a renovar su propuesta cultural con dos muestras que quedarán inauguradas este jueves a partir de las 20.30.
Luego de la exitosa y convocante muestra que puso en exposición originales de Miró, el Museo de Arte Contemporáneo de Mendoza vuelve a renovar su propuesta cultural con dos muestras que quedarán inauguradas este jueves a partir de las 20.30.
Una de ellas es Tierra del Fuego del artista mendocino Omar Jury. Su vida personal lo llevó en reiteradas ocasiones a aquel paraje austral que lo marcó en su creación pictórica. Con exposiciones en Buenos Aires y actualmente cursando la Beca Yungas dictada por Raúl Flores en Mendoza, las obras de Jury muestran escenas de un aire inquietante y levemente perturbador, que nos adentran en un mundo lleno de misterio, recuerdos y angustia.
La segunda propuesta trae la estética de calle. El colectivo de arte urbano integrado por los artistas y diseñadores gráficos Marcos Zerene (formatbrain) y Federico Calandria (fede ©) llamado Gaucholardi irrumpen en la escena de forma irreverente, tanto como su génesis, con la exposición Desperté con el gol.
El proyecto nace con una visión que tienen los dos artistas mientras viajan a Chile para participar de un evento en el que pintarían en vivo, mientras ven la película Hachiko, siempre a tu lado en el bus que los transportaba tienen un ataque epiléptico que los llevó a un estado de trance profundo en el cual ambos comparten una visión que los marcará para siempre: se transportan a Tokio y ven dos gauchos bailando malambo dentro de un cubo transparente, revoleando sus boleadoras cargadas con pinturas fluorescentes.
En las paredes se van formando imágenes inextricables, en las cuales se expresan los secretos del universo. Mientras los japoneses los ovacionan y despiertan sobresaltados, en la película Richard Gere ya había muerto y Hachi seguía esperándolo en la estación de trenes. Comprendieron su misión en la vida: ir a Japón y transformar el mundo a través de la magia. Gaucholadri se construyó en 2010.
Antes, los integrantes del colectivo, habíamos pintando juntos en la calle y en distintos eventos. Cuando vimos que había química en el trabajo, surgió la idea de generar un proyecto que tuviese personalidad propia, diferente de nuestros estilos personales, aplicando conocimientos de diseño al arte callejero, comenta la dupla.
La dos muestras podrán visitarse hasta el 1 de septiembre.