En la Plaza San Martín, el principal espacio público de la ciudad de San Rafael, se realizó el acto oficial de los festejos por el 188 aniversario de la Independencia de la República de Bolivia.
En la Plaza San Martín, el principal espacio público de la ciudad de San Rafael, se realizó el acto oficial de los festejos por el 188 aniversario de la Independencia de la República de Bolivia.
Un festejo popular y colorido, como acostumbra a desarrollar esta colectividad, contó con la presencia de autoridades departamentales, miembros del Centro Cultural Simón Bolívar y público en general.
Los tradicionales bailes, los multicolores en las vestimentas con el ritmo pegadizo de las canciones fueron el convite ideal para que la gente se acercara a la plaza a plegarse a los festejos.
Se estima que alrededor de 12.000 bolivianos, oriundos o descendientes, habitan el Sur de Mendoza. Y es importante la presencia de esta colectividad también en la vida social y económica de la zona.
En los discursos se hizo mención al valor del pueblo boliviano pero también a las mujeres de ese país que, algunas inclusas ofrendando su vida, lucharon para lograr una nación libre, independiente y soberana.
"Algún día entenderemos que no estamos divididos. No somos argentinos, chilenos, bolivianos peruanos. Somos todos latinoamericanos y que nos unen más cosas de las que nos dividen. Somos una región que guarda la historia de nuestros héroes como San Martín o Bolívar y también la de nuestros antepasados, los pueblos originarios, finalizó Roque Penizzotto, Subsecretario de Desarrollo Económico de la Municipalidad de San Rafael.
La República de Bolivia
Bolivia, constituida el 6 de agosto de 1825 como República unitaria, libre, independiente y soberana, está ubicada en la zona central de América del Sur. Lleva el nombre de Bolivia, en homenaje al Libertador Simón Bolívar. La capital de la República fue denominada Sucre, en reconocimiento al Mariscal Antonio José de Sucre.
La historia del territorio que hoy constituye la República de Bolivia se remonta a la de las culturas que se desarrollaron en la zona altiplánica, como la Viscachanense, la Ayampitinense, la Chiripa, la Wancarani, los Urus y particularmente la Tiwanacota, caracterizada como el primer Imperio Andino, en cuyos dominios se construyó la primera ciudad planificada de la región: Tiwanacu.
Otras etnias con características propias, también forman parte de los antecedentes histórico-culturales del País. Entre ellas se destacan: en los Valles, los Yampara o Ampara y los Mojocoyas; y en la Zona Oriental, los Chiriguanos, Guarayos, Moxeños, Chapacuras, Itonomas, Movimas, Paraguaras, Iténez, Tacanas, Mosetenes y Sirionós.
Durante el desarrollo del Imperio Inca, el área que corresponde a Bolivia pasó a denominarse Collasuyo, estando predominantemente ocupada por asentamientos Aymaras.
La llegada de los españoles en 1532, desarticula la organización que durante siglos funcionó en la región, implantando una nueva estructura política institucional, apoyada en la explotación de los recursos naturales no renovables. Para cumplir con los objetivos trazados, los conquistadores organizan el territorio y fundan ciudades con funciones definidas en zonas estratégicas para sus intereses.
Durante la Colonia, al impulso de la explotación de la plata y en la época de la República, en base a la explotación del estaño, se desarrolló una economía predominantemente minera, con ocupación intensiva de mano de obra y escasas articulaciones con otros sectores de la actividad productiva.
El papel de región productora y exportadora de recursos naturales no renovables, asignado desde la Colonia, se mantuvo hasta finales de la década de 1940 y principios de 1950, cuando se iniciaron esfuerzos para diversificar la estructura productiva del País. En la actualidad, Bolivia experimenta un proceso de redefinición de sus vínculos con la economía mundial y de reorganización de su estructura productiva, en un marco de profundización de la vida democrática y de reorientación del papel del Estado en la economía.