Niemeyer codiseñó Brasilia, la capital brasileña. Es el arquetipo de una ciudad planeada desde cero y construida en un desierto convertido en meseta.
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Niemeyer, un protegido del exponente de la arquitectura modernista, Le Corbusier, soñó con edificios de planos y curvas a lo largo del bulevar conocido como la Explanada de los Ministerios.
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La ciudad fue ideada por Jucelino Kubitschek de Oliveira, presidente de Brasil entre 1956 y 1961.
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A pesar de que el proyecto fue muy exitoso, se inauguró cuatro años después de su inicio en 1956. Cuenta con edificios como la Catedral Nacional, una estructura en forma de corona, suspendida en vidrio sostenido por concreto, que apunta al cielo.
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Más que un lugar oscuro y sombrío como otras catedrales del mundo, la Catedral de Brasilia es un espacio lleno de luz y color.
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Niemeyer ha sido el arquitecto más famoso de Brasil. El último gigante del movimiento moderno, esculpía curvas a partir del concreto.
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El Museo de Arte Contemporáneo, en Niteroi, estado de Río de Janeiro, lleno de concreto, color y curvas, tipifica el estilo de Oscar Niemeyer.
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En 1980 Niemeyer regresó a Río de Janeiro, su verdadero hogar espiritual.
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Niemeyer continuó trabajando hasta después de cumplir 100 años. |
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