Menem y su relación bipolar con los mendocinos

Si hay algo que caracterizó a Menem es la importancia que tuvieron en su estructura hombres importantes de Mendoza algunos muy cercanos como Eduardo Bauza, Roberto Dromi, Antonio Cassia, José Luis Manzano, Juan Carlos Mazzón, Nicolás Becerra y Pedro Pou. Otros con relaciones disimiles como José Octavio Bordón, Arturo Lafalla, Rodolfo Gabrielli.

Dromi y Bauza fueron sin dudas parte de esa arquitectura política que le permitió sorprender al mundo de la política para después conquistarla y manejarla a su antojo durante casi una década hasta que una sociedad hastiada y sospechosa de que la magia de la convertibilidad llegaba a su fin dijo basta.

A ese dúo sin dudas se debe sumar a José Luis Manzano que dio el salto de joven brillante del peronismo a político consumado en la gestión de Menem manejando con presteza el bloque de diputados y después como Ministro del Interior.

Cassia fue fundamental para garantizar la paz social en uno de los procesos más polémicos de sus mandatos, la privatización de YPF. Si bien el sindicalista y diputado defendía un proyecto distinto al del presidente (pretendía que solo pudieran quedar en manos privadas el 49% de las acciones) no es menos cierto que sus gestiones y predicamento lograron frenar las reacciones sindicales al proceso privatizador.

Pou fue fundamental en la última época de Menem, cuando ya se veía su declive y se especulaba con la pérdida del poder, manejando el BCRA que en ese momento se había vuelto simplemente en una Caja de Conversión que debía tratar de mantener la convertibilidad ya herida de muerte por esos años.

Otro de los mendocinos que tuvo una importante participación en este grupo fue Nicolás Becerra. un hombre al que Menem siempre respeto y artículo permanentemente la relación entre el Ejecutivo y el Poder Judicial desde todos los cargos que ocupo, primero con Defensor General de la Nación, después con Eduardo Bauzá en la Jefatura de gabinete y finalmente como Procurador General de la Nación, cargo que ejerció hasta el 2004

Uno de los hitos de las presidencias de Menem es el decreto 2284/91, la famosa desregulación económica que se llevo puesto organismos fundamentales que seguramente hoy serian altamente necesarios. El título del decreto lo decía todo "Desregulación del Comercio Interior de Bienes y Servicios y del Comercio Exterior. Entes Reguladores. Reforma Fiscal. Mercado de Capitales. Sistema Unico de la Seguridad Social. Negociación Colectiva. Disposiciones Generales". Ese decreto que muchos consideran la concreción definitiva en democracia de las políticas neo liberales lleva la firma de dos mendocinos; José Luis Manzano y Antonio Salonia, Ministro de Educación de la primera gestión del ex mandatario.

Pero también de Mendoza vinieron los principales dolores de cabeza de Menem desde aquel no de José Octavio Bordón a aceptar un ministerio. Un no que nunca tuvo una explicación acabada, pero que dio nacimiento a lo que sería una de las variantes de la oposición que termino enfrentándolo logrando junto a Carlos Chacho Álvarez casi cinco millones de votos. Bordón termino ese ciclo de la política renunciando a su banca de Senador Nacional posibilitando que el peronismo mendocino impusiera su numero en la Legislatura local ungiendo a Eduardo Bauza en su reemplazo ( en aquel momento todavía no se ponía en marcha la elección directa de senadores nacionales).

Desde esa banca, en la que reemplazo a Bordón, Bauza fue fundamental para articular el Pacto Fiscal marco de uno de las grandes peleas de Mendoza con el Gobierno de Carlos Menem cuándo el ministro de hacienda de Rodolfo Gabrielli, Orlando Braceli, casi se va a los puños con Domingo Cavallo en una reunión que quedará en la memoria de la política mendocina.

La relación de Mendoza con Menem fue conflictiva como lo fue siempre el peronismo local con casi todos los presidentes de ese espacio, siempre solventada por las capacidades de negociación del Chueco Mazzón.

Bordón, Gabrielli, Lafalla nunca terminaron de aceptar el estilo de conducción de Menem parados desde la supuesta capacidad especial y distinta de nuestra provincia. Como le dijo Mazzón muchos años después a Cristina Kirchner cuando se enojo con el mendocino porque el Kirchnerismo no había logrado copar todos los lugares de la lista, "Cristina tenes que entender que en Mendoza todavía hay un partido".

Menem logró que el peronismo mendocino le respondiera en algunas situaciones extremas o necesarias como la elección de senador de Bauza, pero nunca consiguió que se involucrara totalmente en su proyecto.

Pero la historia de Menem tiene más allá de la política otra actriz fundamental para su vida. Azucena Agüero Blanch, la Bruja de Menem. Mitad mito mitad realidad, ella misma confiesa que Menem fue el amor de su vida y siempre se aseguro que el ex presidente no daba un paso en la política o en la vida personal sin consultar a la mendocina. Los años fueron testigos de cientos de rumores y mitos desde visitas secretas de Menem a la provincia hasta aviones privados que venían a buscar a Azucena a las horas mas insólitas para llevarla de urgencia a Buenos Aires.

Hoy se apagó la vida de Carlos Saul Menem, con él se lleva secretos y saberes de muchos de los hechos más terribles de la Argentina como los atentados a la embajada de Israel y la AMIA o la explosión de Rio Tercero. Lo que es seguro que las historias fantásticas de él y su entorno ya sea en la política o en su vida personal volverán a agigantarse.