Opinión

Semáforos rojos

Por Marcelo López Álvarez.

Por Marcelo López Álvarez

La inmediatez y volatilidad de los temas y las noticias ya son una lógica permanente de estos tiempos. En esa dinámica cayó, sin más, la supuesta gran repercusión y éxito del G20. Al Gobierno el hipotético triunfo del mundo mundial del cónclave, se le escapó como agua entre las manos.

Porque realmente los resultados fueron pobres, o porque la propia dinámica de los acontecimientos los dejó viejos en días, tapados por una realidad económica devastadora. Lo cierto es que el G20 ya parece una reunión realizada el año pasado y no la pasada semana.

Un pequeño recuento de los títulos de la semana económica explica mucho de la degradación extra rápida de la euforia post cumbre.

-El Ministerio de Trabajo confirma que desde al 10 de diciembre de 2015 se perdieron 105 mil puestos de trabajo en blanco en la industria.

-Los empresarios PYMES denuncian en el Congreso que cierran por día 25 empresas de ese segmento.

-La recaudación impositiva crece 10 puntos menos que la inflación acumulada.

-Se incrementó en un 60 % la cantidad de trabajadores que pagan ganancias con respecto a 2015.

-El Central tuvo que cortar el viernes el envión a la baja de las tasas, para que el dólar no se dispare otra vez.

-Supermercados advierten que remarcarán en promedio un 15 % los productos básicos porque los proveedores continúan tocando las listas.

-Los préstamos a privados cayeron 20 puntos en los últimos 12 meses.

- La venta de materiales de construcción cayó el 30 % respecto a noviembre del año pasado según el Índice Construya.

-La presión fiscal llegó a un récord de 34.2%

- La Unión Industrial Argentina adelantó que el 2019 puede ser peor que 2018.

- Según la UIA el sector textil cayó un 23% y la industria metalmecánica un 21,3% para dar solo dos ejemplos.

-La Unión Europea estudia reinstalar los aranceles al biodiesel argentino.

-El 48,6% de los chicos de la Argentina son pobres. 

-En los dos últimos meses se pagaron $74.500 millones por intereses de Leliqs

En ese mismo contexto, CONINAGRO dio a conocer su semáforo de las economías regionales que es consistente con el panorama general de la economía y las políticas que lleva adelante el gobierno nacional. Solo aparece en verde próspero el sector de los granos. Once producciones aparecen en rojo, 4 en amarillo y solo 4 en verde. Según la entidad, si se analizan todos los semáforos realizados durante el año, más del 50% de las actividades de economías regionales han mostrado algún grado de crisis. El común denominador es la falta de financiamiento, las altísimas tasas de interés y una presión fiscal desmedida.

Es difícil entonces que el furor G20 perdure, la realidad sobrepasa cualquier ficción y como si fuera poco los logros internacionales como la tregua americana-china parece haber durado aún menos que el éxtasis del Gobierno Argentino.

La fragilidad es ya imposible de esconder, el sendero de las tasas en baja se cortó abruptamente el viernes, cuando el Central debió volver sobre sus pasos para controlar el dólar y a su vez detener la sangría de reservas que desde el 1 de diciembre ya perdieron más de 1.400 millones de dólares.

Mañana se cumplirán 35 años del retorno de la Argentina al sendero democrático y tres de la presidencia de Mauricio Macri, más allá de valoraciones políticas o ideológicas que no son parte de esta columna, la economía es quizás el rojo más intenso de este trienio. Las proyecciones más optimistas muestran que el actual gobierno cerrará su mandato en un año con una economía entre tres y cuatro puntos más chica que cuando asumió en 2015, cifra que podría ser aún mayor si se tomara en cuenta el crecimiento de la población.

Recuperar el sendero productivo no será fácil, ni parece ser el objetivo de este mandato a juzgar por las medidas que toma y que no toma día a día. La única centralidad parece ser consolidar un modelo de producción ultra primarizado y financiero, sin importar la suerte de la población.

Algunos ejemplos que se vieron durante el G20 hablan por sí solos. Festejar que se van a poder exportar caballos de Polo a China como el gran logro de los acuerdos firmados, es toda una definición de cuál es modelo y cómo impactará en la economía real.

La tradicional apuesta de rebrotar la economía en años impares para ganar caudal electoral, parece esta vez ser solo una ilusión. Ni está contemplado en el presupuesto, ni parece generarse un clima para que ello pase si se consolida la política de seguir secando la economía para combatir la inflación, a pesar de que ya está demostrado cabalmente el fracaso de ese sendero.

A pesar de ello, y con todos los semáforos encendidos en rojo, no estará mal celebrar mañana que la Democracia se consolidó hace 35 años y, más allá de los avatares y las crisis, la sociedad entendió que es el único camino por el cual somos capaces de caer y levantarnos más de una vez. 

Te Puede Interesar