Por Marcelo Torrez

La Presidenta, ¿juega a perder?

Mientras en Mendoza ya estamos metidos de lleno en la campaña electoral para las primarias que tendremos el cada vez más cercano 19 de abril, buena parte del resto del país juega al misterio, sin que se definan en varias provincias sus propias elecciones. Y en medio de todo eso, una puja cada vez más tensa entre los caudillos peronistas y la Casa Rosada que, en las últimas horas y de acuerdo con algunas publicaciones, habría bajado la orden de que todas las gobernaciones que no definieron fecha, lo hagan en forma conjunta con la nación.

El desorden en la estrategia es lo que parece estar definiendo el momento del oficialismo que parece estar dominado por la misma fragmentación que afectó al resto de la sociedad. El kirchnerismo jugó tan fuerte en todos los frentes hasta que sus obuses llegaron al frente que lo contiene y en especial el peronismo, cuyas bases tradicionales y conservadoras al abrigo de dirigentes que durante muchos años se sumieron en cierto ostracismo e invisibilidad, hoy aparecen, como si su ausencia temporal haya sido sólo la muestra que en verdad estaban agazapados para dar un zarpaso.

En verdad, nadie sabe muy bien qué quiere Cristina, o a qué juega la presidenta. Para algunos juega a perder las elecciones para quedarse como jefa absoluta de una oposición que no hará otra cosa que preparase para volver en cuatro años. ¿En cuatro años?, se preguntan algunos escépticos y desconfiados.

Si la presidenta jugase a perder, ¿cuál sería el mejor camino que podría tomar? ¿Dejar que las gobernaciones hagan el juego que más les convenga, como por caso ir separados del candidato a presidente que tendrá el FPV tras las PASO del 9 de agosto? O bien ¿pedirles que todos, a excepción de los que ya desdoblaron como el gobernador mendocino, se unan a la lista nacional y se enfrenten a una polarización, en octubre para las generales, entre el oficialismo y todo el arco opositor que pueda representar, quizás, Mauricio Macri?

Es difícil y apresurado hacer conjeturas. Pero en las gobernaciones todos sacan cuentas y en los pagos chicos la realidad se ve más clara que en el escenario nacional.

Entre Ríos, la vecina San Juan, Misiones, Formosa, Jujuy, La Pampa y La Rioja todavía no definen la fecha de sus elecciones. En el caso de San Juan, José Luis Gioja tiene hasta 120 días antes de terminar su mandato para fijar la fecha. Y entre ellos hay conversaciones y negociaciones afiebradas, todas especulativas. Los caudillos han analizado que el mal humor y clima que hay con la nación puede arrastrarlos a una derrota en manos de los candidatos opositores que han buscado diferentes alianzas para hacerse fuertes. En Jujuy, el radical Gerardo Morales se ha unido al Frente Renovador de Sergio Massa para contar con una pata peronista no kirchnerista que lo ayude a destronar al candidato de Fellner, el gobernador que no podrá aspirar a su reelección. En otras, como San Juan, en donde el caudillo local buscará con seguridad su tercer mandato haciéndolo una pirueta a lo que fija su propia Constitución, tendría asegurada la re-reelección. Pero es tal la confusión, el temor y el clima de fin de ciclo, que Gioja quiere evitar sobresaltos y apostar a lo seguro. Lo seguro es medirse él solito, sin la influencia del candidato a presidente del FPV que representa. Gioja jamás lo dirá, porque si hay viejos zorros en la política, tiempista y calculador como ninguno ese es el sanjuanino, un gobernador que evitará, por sobre todas las cosas, enfrentarse a la presidenta que todavía tiene en sus manos la lapicera que ordena los pagos.

Cinco días atrás, el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini y el secretario General de la Presidencia, Eduardo Wado de Pedro, en nombre de la presidente se reunieron con los gobernadores de San Juan, La Rioja, Jujuy y Formosa para pedirles –exigirles, dijeron algunas versiones– que no adelanten las elecciones y que ratifiquen el calendario nacional.

"Hubo tres directivas simples y concretas. La primera, que la Presidente no va a jugar a perder, sino que va a pelearla con todo en la campaña. La segunda es la ratificación de que no apoyará específicamente a ningún candidato presidencial. Y la tercera, y más importante para nosotros, es que hagamos el esfuerzo de no desdoblar las elecciones provinciales y juguemos fuerte con ellos", informaron varios portales nacionales de dichos de uno de los gobernadores que fue parte del cónclave, entre ellos Ámbito Financiero, un diario cercano, hoy, al calor de la Rosada.

El distanciamiento de Cristina con el gobernador Pérez, en parte tuvo que ver con el adelantamiento de las elecciones que dispuso el mendocino. Un gobernador que decidió jugar de lleno con Daniel Scioli y permitir que quedaran afuera de las listas los camporistas y otros dirigentes que comulgan con el kirchnerismo.


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