El presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, Jorge Figueroa, dijo hoy que la prohibición de vender peras y manzanas a Brasil causará "daños catastróficos" para la economía regional y aseguró que los riesgos de no enfrentar la plaga 'carpocapsa' le fue expresado a la Casa Rosada desde octubre de 2014.
En declaraciones a DyN, Figueroa expresó que el sector frutícola patagónico le manifestó a distintos funcionarios del Ministerio de Agricultura y de la Jefatura de Gabinete a fines del 2014 la necesidad de obtener financiamiento oficial para mantener los programas sanitarios para erradicar esta plaga, algo que -según el productor- no contó con el aval gubernamental.
Detalló que "desde octubre de 2014, desde todos los sectores frutícolas estuvimos permanentemente alertando de esta situación (a la Casa Rosada), pidiendo el acompañamiento de los programas de carpocapsa, y la respuesta fue que no se podía poner un peso más" en esta actividad de Río Negro y Neuquén.
Figueroa consignó estos pedidos fueron precisados durante una sucesión de encuentros con funcionarios nacionales, los cuales concluyeron con gestiones ante Carlos Casamiquela (Ministro de Agricultura), Jorge Capitanich (otrora Jefe de Gabinete) y Aníbal Fernández (ex secretario general de la Presidencia).
"Sabíamos que Brasil, principal destino de nuestras peras y manzanas, se había declarado como un territorio libre de carpocapsa y lo quería sostener. Para nosotros era difícil mantener este status, algo que planteamos a Casamiquela, Capitanich y Aníbal Fernández", dijo Figueroa, respecto a las gestiones realizadas entre diciembre y febrero pasado.
Agregó que la suspensión de Brasil a las importaciones de frutas locales "hoy nos perjudica sobremanera, en un momento clave, ya que podríamos estar cargado variedades (de frutas frescas) que cuentan con poco tiempo de duración en frío con peras, por ejemplo, que no pudieron ir a Europa o a Rusia".
Para Figueroa, la imposibilidad de cerrar ventas a Brasil "es un golpe de gracia para la economía regional patagónica, provocando daños que son catastróficos" para el sector que ya sufría la pérdida de mercados, la falta de competividad y de financiamiento.
El directivo federado explicó que el pasado 12 de febrero para salvar la crisis frutícola se firmó un convenio con el gobierno por la asistencia de 300 millones de pesos: que contaría con un aporte inicial de 50 millones de la Nación, otros 50 millones de Río Negro y 10 millones de Neuquén, "fondos que todavía no se terminaron de distribuir", dijo.
Figueroa precisó que los fondos acordados tenían como destino exclusivo "acompañar al productor en los costos de la cosecha" pero "no" atender otras cuestiones, tales como los problemas que ofrecían los precios, sanitarios o de financiamiento.
"Desde el sector frutícola reconocemos la falta de competitividad con que contamos pero el gobierno también tiene que reconocer faltas" para generar políticas en favor de la actividad, explicó el directivo frutícola.
Agregó: "no estamos diciendo que se devalúe pero sí que se generen políticas que permitan seguir integrando y generando competitividad a través de compensaciones o reintegros, o bien otro montón de herramientas: por ejemplo, como un sector en crisis y que da pérdida puede seguir pagando retenciones del cinco por ciento" por sus ventas al exterior. Fuente: DYN